La esposa de un diplomático israelí resultó herida este lunes por una explosión cerca de la embajada de Israel en la capital india Nueva Delhi, mientras la policía frustró un segundo ataque contra otro representante diplomático en Georgia, razón por la cual Tel Aviv decidió elevar el nivel de alerta. Según informó el diario Jerusalem Post en su edición digital, tras los ataques las autoridades israelíes elevaron el nivel de alerta de sus sedes diplomáticas y sus comunidades “en todo el mundo”. En los últimos meses los alertas se multiplicaron, por lo que las autoridades israelíes recomendaron recientemente a sus ciudadanos que eviten viajar a Egipto, Turquía, Azerbaiyán, Georgia, Armenia, Costa de Marfil, Mauritania y Venezuela. Respecto a los hechos, el portavoz de la Embajada israelí en India, David Goldfarb, señaló que la explosión que afectó al coche del diplomático tuvo lugar cerca del complejo de la sede diplomática en el centro de la ciudad. “No estamos seguros de la naturaleza de la explosión y seguimos en contacto con la policía local, que está investigando lo ocurrido”, señaló el funcionario, según informó la agencia de noticias DPA. El diario Haaretz precisó que la víctima es la esposa de un diplomático y que fue internada en un hospital de Nueva Delhi, aunque no precisó su estado de salud. Por otra parte, bajo la limusina de otro diplomático israelí en la capital georgiana Tbilisi se halló un explosivo que fue desactivado, informaron medios locales. El conductor del embajador vio un paquete fijado bajo el coche y avisó a la policía, informó también la radio israelí. Los atentados se producen un día después del 4º aniversario del asesinato en Damasco de Imad Mughniye, uno de los principales jefes militares del movimiento chiita libanés Hezbollah. Este movimiento responsabilizó a los servicios secretos israelíes del asesinato de Mughniye, aunque el gobiernos niega cualquier vinculación con el crimen. También altos funcionarios iraníes advirtieron de que atacarían intereses de Israel en cualquier lugar del mundo en respuesta a los asesinatos de científicos nucleares iraníes que se han producido en los dos últimos años y por los que se acusa al Mossad como la mano ejecutora.