Walt Whitman, considerado el único genio de la tradición americana por el «pope» de los críticos, Harold Bloom, es el fundador de la poesía moderna en el XIX, pero antes de eso escribió una única novela «Franklin Evans, el borracho», olvidada por él. Ahora se publica por primera vez en castellano.
«Franklin Evans, el borracho» es la única novela que escribió Whitman (Long Island, Nueva York, 1819-Nueva Jersey, 1892) autor de la monumental obra poética «Hojas de Hierba», un canto a la vida, a la naturaleza, al nacimiento de la Democracia, a la grandeza del hombre común, sin etiquetas ni género, publicada en 1855.
Un libro que se ha convertido en una obra sagrada y monumental que rompió con toda la tradición. Y este gran poeta de la libertad escribió también «Franklin Evans, el borracho», en 1842, donde se reúnen las preocupaciones y gustos del entonces joven periodista, una década antes de que se convirtiera en la voz de Estados Unidos.
Un libro del que llegaron a venderse unos veinte mil ejemplares y que, como se explica en su prólogo -que incluye un amplio estudio-, pertenece a un género que se prodigaba mucho en ese momento, «la ficción antialcohólica, un fenómeno integrado en las corrientes reformistas que barrieron los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XIX».
Y un volumen que no solo trataba del tema de alcohol, sino de la formación del joven norteamericano en una sociedad marcada por la crisis social y económica.
«El hecho de que el primer poeta de los Estados Unidos, y para muchos del Nuevo Mundo, sea también el autor de una novela popular y exitosa que condena la bebida es motivo suficiente para invitar a la reflexión sobre el tema que trata», escribe Carme Manuel, encargada de la edición del libro, que cuenta con la traducción de Sergio Saiz.
Y añade que, «como advierte Félix Martín, uno de los estudiosos wthimanianos más destacados, 'Franklin Evans' es una respuesta novelada, muy alerta al clima reformista en el que se movía Whitman, que pone sobre todo de manifiesto su proximidad al pueblo y a la juventud neoyorquina, por más que el sensacionalismo gratuito y la moralina alejen al lector actual».
La obra, que consta de una introducción, veinticuatro capítulos y una conclusión, narra la historia de Franklin Evans, un joven que desea fortuna y para ello viaja a Nueva York, donde conoce a otro joven, John Colby, que le hace caer en la bebida. Un descenso a los infiernos y un ciclo de frustraciones que finalmente tienen un final feliz con mensaje moral incluido.
Y un libro que nunca hasta ahora había sido traducido al español.