El bus de la línea 92, que colisionó la tarde del domingo con un articulado de la Metrovía, cumplía su recorrido infringiendo normas de tránsito, debido a que el chofer no portaba su licencia de conducir.
Así lo revela el parte del accidente de tránsito elaborado por el cabo Jhon Mota Loy, en el cual se detalla que Wilson Ricardo Norero Gavilánez (conductor del micro) reconoció carecer del documento. Los agentes, una vez que verificaron sus datos a través de la cédula de ciudadanía, confirmaron que era portador de la licencia tipo E.
El bus de la Metrovía, conducido por óscar Rolando Yungaizaca Quintuna y que circulaba por la calle Sucre, luego de haber dejado y recibido pasajeros en la parada de García Avilés, recibió el impacto de la línea 92 en su parte lateral derecha, tercio anterior.
El parte elevado al fiscal de Flagrancia de Tránsito, José Cañizárez, indica que los semáforos en el sector (García Avilés y Sucre) se encontraban intermitentes en instantes en que se reportó el choque.
A consecuencia del impacto, según el parte, una de las personas que resultó con heridas fue Margarita Inocencia Torres Charcopa, de 30 años, que viajaba en la Metrovía.
Ella sufrió una cefalea leve y laceraciones a nivel de la ceja derecha. Luego del reconocimiento médico por parte del perito Bernardo Arias, se confirmó una lesión de no menos de 30 días de recuperación.
Habían transcurrido ya más de 16 horas (a las 10:40 de ayer) de ocurrido el choque, y tanto comerciantes como los transeúntes, en la intersección de las calles García Avilés y Sucre, aún comentan del hecho y mucho más al ver los daños en la vetusta infraestructura.
En especial, los dependientes del almacén Katherine, dedicado a la venta de productos de cuero, el cual se vio seriamente afectado luego de que por la fuerza del impacto el bus de Metrobastión se estrellara contra el inmueble, quedando incrustado una parte del mismo.
Debido al incidente, la entrada principal de la casa quedó completamente destruida y ambos vehículos resultaron con sus partes delanteras dañadas.
Jacinto Cando Coloma, administrador del local, señaló que los propietarios del inmueble, así como los dueños del negocio, analizan seriamente presentar una demanda por daños y perjuicios, y para eso se asesoran con un abogado, quien, mediante el respectivo parte de novedades de la Comisión de Tránsito del Ecuador determinará el grado de responsabilidad del hecho para elaborar en su contra la querella.
Cando aseguró que los mostradores y una parte de la mercadería que estaba en exhibición ha sido sustraída, situación que no le extraña debido a la magnitud del hecho y a los sujetos oportunistas que pululan por el lugar y que aprovecharon el tumulto.