Tres edificios de veinte, diez y cuatro pisos se derrumbaron en Río de Janeiro (Brasil), tragedia que deja, hasta el momento, seis muertos, seis heridos y 16 desaparecidos.
El desplome, cuyas causas todavía se desconocen, ocurrió en la zona más céntrica de Río de Janeiro, en el sector de Cinelandia, que aglutina principalmente oficinas y tiendas, en una calle peatonal junto al edificio histórico del Teatro Municipal. La zona es muy concurrida en horario comercial, pero a la hora del accidente, poco después de las 20:30 (hora local), suele tener poco movimiento de público.
Equipos de rescate removieron ayer con maquinaria pesada montañas de escombros en busca de sobrevivientes. Las tareas de búsqueda se realizan de manera ininterrumpida desde la noche del miércoles, cuando las construcciones colapsaron. “Montamos un lugar para recibir a familiares que tendrían personas allí adentro”, señaló el alcalde de Río, Eduardo Paes.
Dominada por edificios altos de oficinas y comercios, la zona cambió bruscamente su aspecto. Las imágenes aéreas de la televisión local muestran el vacío dejado por el derrumbe, al que acudieron decenas de curiosos para fotografiar el desastre con sus celulares.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresó ayer su pesar por la tragedia y manifestó su esperanza de que las personas desaparecidas sean encontradas con vida.
“Creemos que es posible encontrar personas en espacios con aire. Estamos trabajando con mucho cuidado para evitar desmoronamientos”, explicó al diario O Globo el teniente Julio César Mafia, del cuartel de operaciones con canes de la policía militar. Para ello, los socorristas caminan sobre los escombros con sus perros.
Las autoridades aún no han establecido la causa del desastre, pero descartan hasta el momento que se haya producido por una explosión de combustible como se especuló en un primer momento.
“La mayor posibilidad es la de un problema estructural del predio. No había ninguna denuncia en la defensa civil municipal sobre movimiento de estructuras o de grietas del edificio.
Por eso la especulación más fuerte, pero es todavía especulación, es de un problema estructural del predio”, sostuvo el alcalde. El edificio de 20 pisos se derrumbó a las 20:40 locales.
Se trataba de un edificio comercial con muchas oficinas de firmas de abogados, dijo uno de ellos, Luciano Bérgamo tras informar que en los pisos tercero y noveno se realizaban reformas.
El portavoz de la Policía, Rodrigo Pimentel, expresó que las obras se llevaban a cabo de forma ilegal. “Esto podría cambiar la estructura del edificio. También había material almacenado que podría ocasionar un fallo estructural. La ruptura fue repentina, sin previo aviso por grietas”, explicó.
Poco después se vino abajo el inmueble vecino de diez plantas, causando pánico entre los transeúntes. Una espesa capa de polvo cubrió la calle y los autos estacionados alrededor. “Todo fue muy rápido”, dijo uno de los heridos cuando ingresaba al hospital.
“El edificio se vino abajo, como si hubiera habido una implosión. Parecía el World Trade Center de Nueva York”, comentó por su parte Luiz Trajan, quien escuchó un fuerte estruendo antes de que la estructura se viniera abajo.
Cinco obreros estaban en uno de los edificios al momento del derrumbe y uno, Alessandro da Silva Fonseca, quedó atrapado en el ascensor cuando intentaba salir. Los demás lograron hacerlo.
“Se me acaba el aire, no puedo respirar, hay mucho humo”, contó Da Silva a través de su teléfono móvil a la AFP. El hombre fue rescatado más tarde con éxito por los bomberos.