Lo que iba a ser una misión de tres meses se ha convertido en una que dura ya ocho años, en la que el robot explorador «Opportunity» perdió a su gemelo «Spirit», pero en la que juntos hicieron grandes descubrimientos.
«Opportunity» aterrizó en el cráter «Eagle» de Marte el 25 de enero de 2004, tres semanas después de «Spirit», que aterrizó al otro lado del planeta, en busca de señales de agua.
En «Eagle», un cráter que tiene el tamaño del patio trasero de una casa, fue donde el vehículo explorador encontró evidencias de un ambiente húmedo en el pasado.
Pese a que la NASA había diseñado la misión originalmente para tres meses, los robots continuaron transmitiendo fotografías y datos del Planta Rojo.
Durante la mayor parte de los siguientes cuatro años, «Opportunity» exploró cráteres cada vez mayores y más profundos, agregando evidencias de períodos húmedos y secos de la misma época que los sedimentos encontrados en el cráter Eagle.
A mediados de 2008, los investigadores dieron nuevas instrucciones al robot y puso rumbo desde el cráter «Victoria», de unos 800 metros, hacia el cráter «Endeavour», de 22 kilómetros, algo que para los científicos de la NASA ha sido como empezar una nueva misión por la riqueza de datos obtenidos.
«Endeavour es una ventana más en el pasado de Marte», señaló John Callas, director del programa de Robots Exploradores de Marte del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, (California) en un comunicado con motivo del aniversario.
El viaje hasta «Endeavour» duró tres años y para llegar hasta el objetivo «Opportunity» recorrió durante su octavo año sobre el Planeta Rojo 7,7 kilómetros, más que cualquier año anterior, que sumados al resto hacen un total de 34,4 kilómetros.
Desde agosto, «Opportunity» trabaja en el «Cabo de York», segmento del borde del Endeavour, donde ha tenido acceso a los depósitos geológicos de un período anterior de la historia de Marte a cualquiera de los examinados durante sus primeros siete años.
Los expertos aseguran que el cambio de rumbo ha merecido la pena, «es como empezar una nueva misión», dijo Callas.
En medio de esta exitosa carrera, «Opportunity» perdió a su hermano gemelo, cuyas ruedas se atascaron en las arenas marcianas y pese a los intentos de la NASA para salvarlo dejó de comunicarse con la Tierra en marzo de 2010.
La NASA lanzó el pasado noviembre la nueva generación de robot explorador, «Curiosity», que porta en su interior el Laboratorio Científico de Marte (MSL), con 10 instrumentos para buscar pruebas de un entorno favorable para la vida microbiana, incluidos los ingredientes químicos de la vida.