La Guardia de Finanzas (policía fiscal y de fronteras italiana) ha descubierto más de 50.000 millones de euros de ingresos no declarados al fisco en sus controles realizados en 2011 y una evasión fiscal referida al IVA de unos 8.000 millones de euros, según los datos dados a conocer hoy.
Los controles destaparon, además, 7.500 casos de personas o empresas que no pagaron ni un solo impuesto, cuya existencia era desconocida por el fisco italiano, y que ocultaron unos ingresos por valor de 21.000 millones de euros.
En total, la Guardia de Finanzas presentó unas 12.000 denuncias por delitos fiscales, como el uso o la emisión de facturas falsas, por no pagar el IVA, por no haber declarado la renta y por ocultación de la contabilidad.
Durante los controles, la Guardia de Finanzas descubrió 12.676 trabajadores irregulares, 2.500 de ellos de países ajenos a la Unión Europea.
Estos datos llegan en un momento delicado para Italia, cuyas cuentas, con una deuda pública en torno al 120 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), ha despertado las dudas a nivel internacional y ha puesto al país en el punto de mira de los mercados.
El Gobierno tecnócrata de Mario Monti, que sucedió al de Silvio Berlusconi el pasado mes de noviembre, ha centrado sus esfuerzos en sanear las cuentas del país, para lo que aprobó un plan de ajuste presupuestario de más de 30.000 millones de euros, y ha destinado gran parte de sus esfuerzos a la lucha contra la evasión fiscal.
En las últimas semanas se han conocido importantes operaciones contra la evasión fiscal en poblaciones de lujo italianas, como la localidad turística de Albano Terme, conocida por sus balnearios, o en la norteña de Cortina D'Ampezzo.