El test de consumo de drogas realizado a Francesco Schettino, capitán del crucero naufragó el pasado día 13 de enero frente a la isla italiano del Giglio, resultó negativo, comunicó hoy su abogado a los medios de comunicación locales.
Bruno Leporatti dijo que así se reafirma que su cliente no estaba bajo el efectos de las drogas cuando se produjo el accidente, como siempre habían sostenido.
Schettino se encuentra actualmente en arresto domiciliario bajo la acusación de homicidio involuntario múltiple, naufragio y abandono de la nave.
El crucero «Costa Concordia», con más de 4.200 personas a bordo, encalló frente a las costas de la isla del Giglio después de impactar contra un escollo, debido a que se salió de la ruta y se acercó a la costa.
Según las declaraciones del abogado en los días pasados, Schettino asegura que avisó a la compañía naviera Costa Cruceros tras el impacto y que el hecho de salirse de ruta para realizar lo que se llama «un saludo» a la isla estaba autorizado, ya que se suele hacer por motivos de publicidad.
Los fiscales de Grosseto, en el centro de Italia, que conducen las investigaciones escucharon hoy al comandante de la Capitanía de Puerto de Livorno, Gregorio Di Falco, que ordenó en varias conversaciones telefónicas a Schettino que regresase a la nave para coordinar las tareas de salvamento de los pasajeros.
En las próximas horas llegará a la isla del Giglio la nave oceanográfica de la Marina militar italiana para ocuparse de sondear el fondo marino en búsqueda de la veintena de personas que continúan desaparecidas.
Ayer se localizó un nuevo cadáver entre los restos del crucero, con lo que se eleva a 13 el número de víctimas del naufragio.