Luego de que Diario El Telégrafo hiciera pública una denuncia en la que se verificó que Gladys Merchán, quien fungió de secretaria del ex vicepresidente de la República, Alberto Dahik, también recibía simultáneamente un sueldo de la compañía El Universo, varios asambleístas opinaron sobre el hecho dando a conocer sus posiciones sobre estos vínculos de poder criticado, desde la década del 90, por su falta de ética.
Desde las bancadas de progresistas se afirma que esta denuncia pone al descubierto, una vez más, los nexos que mantuvieron los grupos mediáticos con las esferas del poder. Mientras que desde los bloques de oposición se afirma que en aquella época no había limitaciones para los funcionarios. Pero, además, apelan de que en el caso que la relación entre Merchán y El Universo haya sido falta de ética es “incomprensible” que desde sectores del Ejecutivo se defienda a Alberto Dahik.
Andrés Páez (ID) y Vicente Taiano (Prian) fueron consultados sobre la publicación de este Diario, pero se abstuvieron de emitir un pronunciamiento al respecto.
Las investigaciones que llevó adelante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en 1995 determinaron que Gladys Merchán y el otro secretario de la Vicepresidencia de la República, Juan Mario Crespo Burgos, abrieron cuentas bancarias particulares desde las que giraban los cheques hacia distintos beneficiarios, entre ellos los diarios El Universo y El Comercio.
En octubre de ese año, Dahik dejó el país una vez que se iniciaron las indagaciones por la utilización dolosa de los gastos reservados por un monto de cerca de 19.580’500.009 sucres que beneficiaron a 287 personas naturales y jurídicas. El mismo destino tuvo Merchán que al poco tiempo de iniciadas las indagaciones huyó del país.
Merchán se desempeñó por tres años, simultáneamente, como secretaria de Carlos Pérez Perasso, director en aquel tiempo de El Universo, y de Alberto Dahik.
Silvia Salgado: “Revela vínculos entre el poder político y el poder mediático”
La asambleísta socialista Silvia Salgado señala que lo publicado por Diario El Telégrafo “pone al descubierto algo que ya sabíamos los ecuatorianos, y que hoy después de tantos años lo que se nos dice es que es fácil ir a la Historia Laboral del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y comprobar que Gladys Merchán, una funcionaria que trabajaba con el vicepresidente de aquel entonces, Alberto Dahik, y al mismo tiempo laboraba en El Universo”.
El hecho a criterio de Salgado refleja tres cosas: “una cuestión antiética; doble sueldo; y después la relación y el maridaje entre el poder político y el poder mediático”.
“Los gastos reservados no eran compartidos en la clase política del Gobierno, sino eran dirigidos a financiar las publicaciones de los diarios”, añade.
Salgado señala que “las implicaciones son muchas, lo que permite tener una clara visión de hechos oscuros que no tienen que volverse a repetir”.
“A pesar de que Dahik fue absuelto en un juicio político, en donde se demostró el peculado y la malversación de fondos”. Advierte que “la justicia debe investigar el círculo de encubridores y beneficiarios de este turbio caso que perjudicó al país”.
Luis Almeida: “No existía en aquella época una prohibición para esos funcionarios»
“Debo ser sincero y reconocer que no estoy tan empapado de la denuncia, pero sí le puedo asegurar que en aquella época no existía una prohibición para que los funcionarios puedan trabajar también en una empresa privada. Anteriormente solo le prohibían a los diputados no hacer otra función, a excepción de la cátedra universitaria. Alguien pudo haber sido funcionario público y, a la vez, poder desempeñar algún cargo en una firma particular (…) Ahora El Universo, al parecer, desconocía de las actitudes de Merchán, nadie lo sabía, ni el propio Gobierno ni los funcionarios del Estado. En libre empresa no estaba prohibido ni está prohibido contratar a esas personas, a excepción de que tengan intereses directos como contratista, por ejemplo. Yo participé como diputado de la absolución de Alberto Dahik en 1995. Y voté en contra de la censura porque no había las pruebas ni las evidencias para esa acción política, porque hay que recordar que fue un juicio político. Ya en el área penal es otro asunto, porque lo político solo ve lo administrativo. Eso es lo que puedo comentar sobre la denuncia porque, como ya le dije, no estoy al tanto por completo de la denuncia que ustedes publicaron sobre Gladys Merchán”.
Cinthya Viteri: «“Esta denuncia hace incomprensible la postura del Presidente”»
“Justamente hoy (ayer) pude dar lectura de la denuncia publicada en Diario El Telégrafo. Además, analicé los comentarios hechos en Gama TV por (Carlos) Ochoa. La denuncia que ustedes han recogido ya fue algo que se develó en aquella época cuando estalló el tema de los gastos reservados. Ahora, lo que no entiendo es que si sale a la luz que Gladys Merchán fue la ejecutora de todas las irregularidades de Alberto Dahik y que mantuvo nexos con medios de comunicación, ¿cómo es que el presidente Rafael Correa defiende a Alberto Dahik y asegura que es inocente de todas las acusaciones que hacen en su contra? Esta denuncia hace incomprensible la postura del Presidente. En el reportaje que ustedes publicaron se hace una alusión sobre la metodología que intentaba instaurar Dahik en aquella época en donde los grupos empresariales podían tener nexos en la política. Realmente yo no era política en esos días y si en otros países existen legislaciones que permiten esas relaciones, pues allá ellos, ese es su problema. Pero en el caso ecuatoriano las leyes no lo permiten y, para ser sincera, no sabría decirle si ese tipo de vínculo podría ser bueno o malo, lo que sí podría comentar es si es legal o no.»