Un estudio realizado en Ecuador por el Instituto Nazca de Investigaciones Marinas, reveló que entre el 2010 y el 2011 fueron registradas 29 especies de corales suaves.
Además fueron identificadas 20 especies de corales duros, 5 más de los que se creía que existían.
Varios biólogos han coincidido en que los parches de coral conocidos como bosques marinos, asentados en las costas ecuatorianas componen un inapreciable ecosistema que se debe proteger.
Los corales se adhieren a superficies rocosas para en simbiosis con las algas conformar un ecosistema que sirve de refugio para peces, tortugas, crustáceos y algas.
Los bosques marinos de mayor extensión detectados hasta el momento se ubican en las inmediaciones de la isla de la Plata y en la costa del Parque Nacional Machalilla en Manabí (oeste).