La empresa Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave) entregó ayer a la Fuerza Naval un total de cinco embarcaciones nuevas y una repotenciada que funcionarán en distintos puntos del país cumpliendo diversas actividades. La ceremonia de traspaso de estas naves tuvo como testigo de honor al presidente de la República, Rafael Correa, quien felicitó al equipo de Astinave por la labor cumplida, más aún cuando el trabajo fue desarrollado con un 100% de mano de obra ecuatoriana.
En el acto, que se desarrolló en los astilleros ubicados en la parte posterior a la I Zona Naval, al sur de Guayaquil, se detallaron los usos de las embarcaciones entregadas. Así, se distribuirán cuatro nuevas lanchas tipo RBM (botes de respuesta media) que serán utilizadas por el Comando de Guardacostas de Esmeraldas, Manabí y Santa Elena. Estas naves servirán para el atraque y desatraque (acercar y alejar a una embarcación de la orilla) de los buques petroleros. Asimismo, serán utilizadas para el patrullaje en mar abierto en la lucha en contra del contrabando, la piratería y el coyoterismo.
De la misma manera, dos remolcadores -llamados Azuay e Imbabura- serán destinados a colaborar con el trabajo que realiza la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) en la zona de Monteverde, en la provincia de Santa Elena.
También el Instituto Oceanográfico de la Armadas (Inocar) recibirá una embarcación nueva para realizar investigaciones científicas en las costas de las Islas Galápagos.
Astinave, además, hizo la entrega oficial de una de las tres lanchas misileras tipo Quito, a la que se le hizo trabajos de modernización de sus equipos, sistema de vigilancias y control, entre otros arreglos.
El comandante General de la Marina, Jorge Gross, destacó en su intervención que hasta hace pocos años los planes para repotenciar el trabajo del astillero estaban programados, pero “siempre hubo falta de presupuesto”. Ahora, continuó el vicealmirante, se ha podido cristalizar la construcción y entrega de estas naves gracias a la decisión política del actual régimen.
Por su parte, el Jefe de Estado reconoció que Gross “es un excelente negociador” al recordar que el año anterior se analizaba la entrega de 20 millones de dólares para estas construcciones, pero al final se terminó desembolsando cerca de 50 millones de dólares. Solo para la construcción de las lanchas para los guardacostas se dio un aporte de 12’ 275. 975 de dólares.
Correa afirmó que al igual que los complejos hidroeléctricos, las super carreteras y la ciudad industrial, los astilleros deben ser un sector estratégico del Ecuador. Es por esta razón que el gobernante indicó que el Ministerio de Producción tiene todas las directrices gubernamentales para trabajar -de la mano con la industria brasileña- en el gran Astillero del Pacífico que, según prevé el Primer Mandatario, permitirá el desarrollo de la riqueza marina del país.
Molestias en Instituto de Higiene
La primera actividad que realizó ayer el Primer Mandatario en Guayaquil fue la visita al Instituto Nacional de Higiene Izquieta Pérez en donde fue recibido por las autoridades de este centro médico.
El Jefe de Estado recorrió varias de las áreas del instituto, entre ellas, la de biología molecular. En este trayecto, el Presidente demostró su malestar por el estado de las instalaciones en donde se utilizaba el espacio para guardar cajas usadas y otros implementos cuando estas zonas deben estar totalmente esterilizadas y, además, reprochó que el sistema de acondicionadores de aire no esté en óptimas condiciones.
Posteriormente, Correa acudió hasta el auditorio del instituto para mantener una reunión con las autoridades del lugar para hacerles conocer la serie de denuncias que hay por lo dilatado que resulta el proceso para sacar un registro sanitario. A su llegada al Izquieta Pérez, el gobernante dijo que “hay gente que quiere defender sus espacios de poder, y dar permisos y otorgar autorizaciones es poder”.
Una vez que arrancó la reunión con las autoridades sanitarias, Correa inició el acto afirmando que estos retrasos en los registros sanitarios perjudica a los productos ecuatorianos. De la misma manera, recomendó simplificar los procesos, por ejemplo, si viene un producto médico de “un país más desarrollado” hay que homologar los registros sanitarios y no exigir a los farmacéuticos nacionales que inicien un nuevo proceso para obtener este documento.
Durante su recorrido, Correa estuvo acompañado por el ministro de Salud, David Chiriboga.