El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, defendió su derecho de veto a las reformas legislativas que considera peligrosas para la democracia.
Durante su enlace sabatino, Correa advirtió que a nombre de la fiscalización, el Parlamento quiere “a cada rato” destituir a sus ministros de Estado, situación que no va a permitir.
Una mayoría opositora logró aprobar el jueves varias reformas entre las que se contemplan que la Asamblea Legislativa puede reunirse en cualquier parte del país.
Queda pendiente que se apruebe uno de los puntos más polémicos que es la posibilidad que el pleno de la Legislatura llame a juicio político a los ministros de Estado. Actualmente, para eso se requiere un trámite previo en una comisión legislativa.
“Confunden juicio político con juicio penal. Confunden Asamblea Nacional con comisaría (de Policía). Señores si ustedes saben de un caso de corrupción, no sean sinvergüenzas, no sean mentirosos, ustedes saben que lo pueden denunciar a la Fiscalía, a la Contraloría y se sanciona esa corrupción”, refirió.
Para la oposición, las reformas aprobadas deben ir directamente al Registro Oficial -con lo que entrarían en vigencia-, pero el presidente Correa sostiene que éstas deben pasar primero por el Ejecutivo ya que la Constitución no contempla el mecanismo que alegan los parlamentarios.
A criterio del mandatario ecuatoriano, los parlamentarios de oposición quieren utilizar la Legislatura para posicionar su imagen y obtener réditos políticos de cara a las elecciones generales de 2013.
Correa sostuvo que no ha existido gobierno más fiscalizado que el suyo y sustentó su afirmación exponiendo que han entregado unos tres millones de documentos y hubo centenas de comparecencias a las comisiones legislativas.
“El juicio político es el caso extremo de fiscalización, es el último recurso, pero para los payasos de siempre quieren que sea el primer recurso, así implique destitución. Quieren a cada rato destituir ministros y eso no lo vamos a permitir”, mencionó.
Advirtió que la mayoría de oposición pretende aprobar una reforma mediante la cual pueden destituir al presidente de la Asamblea -el oficialista Fernando Cordero- y desestabilizar al régimen.
“Eso no es democracia, eso es payasada, conspiración, sinverguencería, la antitesis de la democracia”, puntualizó.