Con banderas, pancartas de colores, tambores y guitarras, un grupo de aproximadamente 50 jóvenes se reunió en los exteriores de la Corte Provincial de Justicia para reclamar la utilización de los espacios públicos sin represión.
La concentración fue convocada por las organizaciones Diabluma Guayaquil, Juventudes Comunistas del Ecuador, Juventud Revolucionaria Alianza PAIS, Juventud Socialista Ecuatoriana y el sector de comerciantes minoristas.
Ernesto Toledo, dirigente de los comerciantes minoristas de la ciudad, sostuvo que el motivo de la protesta fue pedir que se respete el trabajo y su actividad.
“No queremos ser discriminados. No es posible que en Guayaquil no se permita vender lotería, agua o periódicos en las calles, que se criminalice la actividad del comerciante minorista y que lo ataque una tropa de policías metropolitanos, confiscando la mercadería, cuando en la Constitución dice que no puede ser confiscada”, señaló.
El dirigente solicitó al Gobierno Nacional que defienda su derecho al trabajo.
Cristina Navarrete, de la Organización Diabluma Quito, expresó que la lucha sobre los espacios públicos está relacionada con el derecho a su uso seguro y adecuado.
“Esto implica la apropiación del espacio por parte de las culturas urbanas, el sentirse dueño de donde cada uno vive, sin que se trate de un espacio privatizado, sino de las personas, para expresarse”, indicó.
Los jóvenes -algunos vestidos con atuendos “punk” y gritando consignas contra el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot- avanzaron por la Av. 9 de Octubre hasta la Fiscalía del Guayas y luego se dirigieron al Cabildo porteño, donde se reunirían con el jefe político para extender sus pedidos.
“En la Fiscalía pediremos la reapertura del caso por la muerte y tortura de ‘Pancho Jaime’ durante el régimen de León Febres-Cordero. En el Municipio protestaremos por la colocación de la estatua del ex presidente en Las Peñas. Creemos que no se debe gastar dinero homenajeando a un torturador y un asesino”, manifestó Felipe Ogaz, también de Diabluma Quito.
El comunicador conocido como “Pancho Jaime” se volvió popular en la década del 80, por su revista donde satirizó a la política de la época por medio de la caricatura.