La Universidad de Chile viajó este martes a Ecuador con el plantel al completo y la ilusión intacta para disputar, el próximo jueves, el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana frente a Liga de Quito.
La expedición universitaria se embarcó en un vuelo rumbo a Guayaquil, donde el equipo entrenará y permanecerá concentrado hasta el mismo día de la final, cuando se trasladará a Quito.
Con esta planificación los azules pretenden minimizar los efectos de la altura en la capital, que se encuentra a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar.
El técnico de la U, el argentino Jorge Sampaoli, tendrá a su disposición a todos los jugadores de la plantilla, incluido el zaguero Osvaldo González, que ayer hizo saltar las alarmas al no poder participar en un entrenamiento por molestias en el gemelo derecho.
«Me molestó, no había entrenado bien en dos días, pero me tomé los exámenes y voy a llegar bien para el partido. No me quiero perder de ninguna manera esta final», dijo González en el aeropuerto internacional de Santiago, antes de viajar a Ecuador.
Con esto, la alineación probable de la U la integran Jhonny Herrera en el arco; José Rojas, Marcos González y Osvaldo González en la zaga; Marcelo Díaz, Matías Rodríguez, Charles Aránguiz y Eugenio Mena en el centro del campo y Francisco Castro, Gustavo Canales y Eduardo Vargas en punta.
Por su parte, el capitán de la U, José Rojas, indicó que el equipo saldrá el jueves a la cancha con la misma mentalidad y la propuesta de juego mostrada hasta el momento en el torneo.
«Hemos demostrado garra, mucha intensidad, corazón y eso es lo que debemos plasmar ante Liga (de Quito), no debemos guardarnos nada», indicó Rojas.
El defensa dijo además que no se sienten favoritos y que el equipo está muy ilusionado con la posibilidad de conseguir el primer título internacional en la historia del club. «Las finales son para ganarlas», añadió.
En el último encuentro antes de la final, la U ganó por 0-1 a la Unión Española en el choque de ida de los cuartos de final del Clausura chileno.
Sampaoli dio descanso a algunos de los titulares habituales, aunque alineó al ariete Eduardo Vargas, el principal estandarte de la U y máximo artillero de la Sudamericana.