Siete empresas prosiguen la licitación para operar cuatro campos marginales de petróleo en Ecuador, que tendrían en su conjunto una producción de 8.000 barriles diarios en los primeros años y una inversión mínima total de unos 170 millones de dólares, informó el Gobierno.
Dos bloques se quedaron fuera de las rondas de negociaciones de las licitaciones, el bloque Charapa, que no recibió oferta, y el bloque Chanangue, porque la empresa Consorcio Verde no calificó en la evaluación inicial.
«Estimamos un pico de 8.000 barriles diarios de producción en estos campos ofertados en la décima ronda», señaló hoy el secretario de Hidrocarburos del Ministerio de Recursos No Renovables, Ramiro Cazar, en una rueda de prensa.
Asimismo, destacó que la inversión llegará «alrededor de los 170 millones de dólares» y tendrá lugar en los tres primeros años, mientras que los máximos niveles de producción serían en este mismo período.
El contrato con las empresas es de 20 años y se prevé su firma antes de fin de año, especificó.
El pasado mes de septiembre, el ministro de Recursos no Renovables, Wilson Pástor, explicó que las compañías recibirán una tarifa por cada barril extraído, que variará según el campo.
Pástor dijo que con el incremento de la producción, que en ese momento también contaba con el bloque Chanangue, el Estado esperaba embolsarse 750 millones de dólares.
A la licitación se presentaron Petrobell, Consorcio Okeme y Gozhanty-Consorcio Montecz para el campo Armadillo, Petroriva y Consorcio Interpec para Ocano-Peña Blanca, Consorcio DGC Dygoil para Singue, Consorcio Marañón para Eno-Ron y Consorcio Río Verde para Bloque Chanangue, que no superó la primera ronda de negociación.
Cazar explicó que el ministerio está evaluando si los dos bloques sin contrato se ofertarán en «una nueva ronda» o se asignarán a las estatales Petroecuador o Petroamazonas.
Todos los yacimientos están en la Amazonía, pero el que ha generado más polémica es Armadillo, cerca del Parque Natural Yasuní, uno de los sitios más biodiversos del planeta.
A juicio de las organizaciones indígenas y ecologistas las operaciones en el Armadillo pueden amenazar a las dos últimas tribus en aislamiento voluntario de Ecuador, de las que hay señales de su presencia en la zona.
«Frente a los indicios que nos han señalado las organizaciones indígenas se está realizando un plan cautelar específico de conducta ad hoc para poder trabajar en ese campo», dijo Pástor en septiembre.
Como los otros yacimientos en licitación se trata de un campo «marginal», es decir, registra una producción diaria menor al 1 % del promedio nacional (menos de 5.000 barriles)
Los responsables de la cartera de Recursos No Renovables coincidieron que las ofertas de las empresas prueban el éxito del nuevo modelo de contrato de servicios, en el que el yacimiento se mantiene en manos del Estado, que pone a concurso público su explotación.
«Hay 15 contratos con la nueva modalidad de prestación de servicios, luego de la reforma de la ley, y esperamos firmar estos y más en las próximas rondas, por lo que estamos muy contentos», destacó el viceministro de Recursos No Renovables, Carlos Pareja.
En estos momentos, Pástor se encuentra en Chile, donde ayer participó en la firma de un convenio entre la estatal chilena Codelco, la mayor productora mundial de cobre, y su similar ecuatoriana, Enami EP, para exploración y explotación en seis zonas del país andino.