El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) comunicó hoy en Viena que ha recibido de las autoridades de la República Checa información sobre «niveles muy bajos» de yodo-131 medidos en la atmósfera sobre ese país.
Según la agencia nuclear de la ONU, también en otros países de Europa central se han registrado mediciones similares.
«El OIEA cree que los niveles actuales de los rastros del yodo-131 no constituyen ningún peligro para la salud pública y no han sido causados por el accidente nuclear de Fukushima Daiichi en Japón», asegura el comunicado emitido en Viena.
El yodo-131 es un radioisótopo de corta vida con una desintegración radiactiva de unos ocho días.
El OIEA asegura que está «trabajando con sus interlocutores para determinar la causa y el origen de ese yodo-131» y adelanta que mantendrá informado al público a través de su página web.