El Gobierno turco aceptó finalmente la ayuda ofrecida por varios países para apoyar las labores de asistencia tras el fuerte terremoto del domingo, que ha dejado 461 muertos y 1.352 heridos en la provincia oriental de Van.
Se necesitan tiendas de campaña y casas prefabricadas para realojar a los cientos de personas que han perdido sus hogares y que, en muchos casos, han tenido que pasar la noche a la intemperie con temperaturas muy bajas.
El Gobierno turco ya ha contactado con todos los países que habían ofrecido ayuda y ha solicitado ese material. Entre esas naciones consta Israel, país con el que Turquía mantiene tensas relaciones.
Ankara había rechazado el apoyo de equipos de salvamento extranjeros, argumentando que no era necesaria, y sólo los equipos enviados por Azerbaiyán e Irán (dos países colindantes con la región afectada por el terremoto) están trabajando en la zona.
Más supervivientes rescatados
Los equipos de salvamento rescataron este miércoles con vida a tres personas, casi tres días después del sismo, que habían quedado atrapadas en edificios de la ciudad de Ercis.
La última persona rescatada fue Gozde Bahar, una maestra de 27 años, que permaneció bajo los escombros 66 horas tras el terremoto.
La joven estaba herida y desnutrida, y fue inmediatamente trasladada a un hospital local.
Según informó el Ministerio de Sanidad, otras 40 personas fueron rescatadas ayer de edificios derruidos.