La vacuna contra el sarampión se utiliza desde hace 40 años en la región de Las Américas y ha salvado la vida de miles de niños y niñas. “En mayores de un año de edad la vacuna tiene una eficacia del 95% y con la segunda dosis su efectividad aumenta hasta el 99%”, señaló el director Médico del Hospital Vozandes, Richard Douce.
El esquema regular de vacunación es de dos dosis, la primera se aplica entre los 12 a 23 meses de edad y el refuerzo a partir de los seis años o cuando el niño o niña va a entrar al segundo año de educación básica.
La vacuna contra el sarampión ha sido asociada a problemas como la diabetes o autismo, pero no tiene ninguna relación causal con estas enfermedades.
“Nos ha preocupado algunas notas de prensa en las que, personas que se dicen expertas en el tema, desvirtúan los beneficios de la vacunación contra el sarampión y sobredimensionan los riesgos. Esa desinformación ha sido, entre otras, la causa para que Europa no pueda mantener coberturas óptimas de vacunación, provocando el problema que ahora vivimos”, señaló el director General de Salud, Juan Moreira.
El asesor Regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para la Eliminación del Sarampión y Rubéola en la Región de las Américas, Carlos Castillo, también ratifica que “los rumores de que por la vacuna contra el sarampión se desarrolla diabetes es infundada, no hay ninguna evidencia científica, ni existe ninguna relación causal que apoye esta aseveración”.
En las Américas, se está trabajando desde hace varios años por eliminar el sarampión, sin embargo, por la falta de coberturas amplias de vacunación en países desarrollados el sarampión ha sido introducido al país.
“Todos los países de nuestra región hemos invertido enormes esfuerzos y hemos sido pioneros a nivel global en la eliminación de esta enfermedad. De esto se puede deducir que la eliminación del sarampión solo se puede lograr con un compromiso global y la única estrategia para lograrlo es hacer que todos los países del mundo vacunen, al menos, al 95% de su población susceptible”, puntualizó el Dr. Moreira.
En Ecuador no se habían presentado casos autóctonos desde 1997 y en América Latina desde el 2002.
El aparecimiento de casos importados ha sido una amenaza desde el año 2004 y está relacionado, por un lado, con el intenso flujo de viajeros a nivel mundial, y por otro lado, con el debilitamiento de los programas de vacunación en otras regiones como Europa, áfrica, Asia y América del Norte.
En Europa, se registran 17.000 casos de sarampión. En áfrica tienen alrededor de 103.000 y la situación se agrava por los altos niveles de desnutrición en niños y niñas.
El director General de Salud señaló que cerca de 20 países europeos tienen menos del 89% de cobertura de vacunación. Francia, por ejemplo, tiene una población de 65 millones de habitantes, un 80% de cobertura de vacunación y registra 14.000 casos de sarampión.
“Si en Ecuador con 14 millones de habitantes existiese tan solo una cobertura de 80% se registrarían 7.000 casos. Sin embargo, el país ha tenido mucho éxito en lograr una cobertura de vacunación a nivel nacional del 98% durante varios años, con lo que se ha podido controlar el sarampión autóctono”, manifestó Moreira.
El sarampión es altamente contagioso, es una enfermedad que en promedio genera 12 casos nuevos a partir de uno, con una población susceptible (no vacunada).
El director de Salud especificó que “el sarampión llegó a América en el siglo XVI traído por la colonización español y lo habías eliminado. Ahora, 400 años más tarde vuelve a reintroducirse desde Europa”.
Ante el aparecimiento de fiebre acompañada de tos, moqueo nasal, conjuntivitis, ganglios, molestia a la luz y manchas tipo granito de color rojo, es necesario acudir al centro de salud más cercano.