Ecuador y el banco chino Eximbank han firmado hoy en Pekín un convenio por el cual la entidad bancaria financiará con 571 millones de dólares la construcción de la central hidroeléctrica Sopladora, en la provincia meridional de Azuay.
Según declaró el ministro de sectores estratégicos de Ecuador, Jorge Glas, «la firma de hoy es un paso importante para la consolidación del modelo energético que persigue Ecuador», y añadió que la culminación del proyecto permitirá ahorrar «entre 250 y 270 millones de dólares anualmente».
Asimismo, la construcción de esta planta, ya iniciada gracias al 15 por ciento inicial aportado desde las arcas estatales ecuatorianas, permitirá al país latinoamericano tener, en 2020, un 93 por ciento de energía procedente de las hidroeléctricas.
«Queremos alcanzar estos objetivos con la construcción de plantas como la de Coca Codo y otros proyectos que se planifican en estos momentos en Ecuador», declaró Glas, quien estuvo acompañado en la firma por el embajador ecuatoriano en China, Leonardo Arizaga.
La construcción de las nuevas centrales hidroeléctricas permitirá además exportar energía a algunos de los países vecinos, algo que ya ocurre con Perú y que, según Glas, esperan se extienda a «países amigos como Venezuela o Uruguay» aunque sin aportar cifras concretas.
Este nuevo acuerdo se suma al logrado meses atrás para la construcción de la planta de Coca Codo, que contará con una capacidad de producción cercana a los 1.500 megavatios de energía, lo que supone un 45 por ciento de la demanda interna ecuatoriana.
Según Glas, el acuerdo alcanzado hoy supone «un paso muy importante en el desarrollo de las relaciones bilaterales entre Ecuador y China» y se mostró confiado en que el país latinoamericano «avance y progrese con la ayuda china».