Una serie de irregularidades que se han presentado a lo largo de más 30 años en la administración del sistema de agua Victoria del Portete-Tarqui, a cargo de militantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), llevaron a los habitantes de las comunidades de estas dos parroquias rurales de Cuenca, a pedir que Etapa, empresa municipal que provee del líquido vital a la ciudad, se haga cargo del sistema.
Los perjudicados, denunciaron a El Ciudadano una seria de irregularidades, que van desde la falta del líquido vital en épocas de verano, condicionamientos para proveerles de agua a cambio de que participen de manifestaciones convocadas por la Conaie, hasta que reciben agua cruda, es decir, sin tratamiento.
“Tomábamos agua del río, que salía con pescados o pedazos de ropa”, manifestó indignada Carmen Criollo, moradora de la comunidad Tañiloma.
Carlos Pérez Guartambel, presidente del Sistema de Agua Victoria del Portete-Tarqui, reconoce que estas irregularidades existen, que las redes están obsoletas y los habitantes han estado recibiendo agua sin potabilizar, pero dice, “no hay agua más pura que la de Quimsacocha, de donde nace el río Irquis que nos abastece”.
Los moradores de la zona de influencia de Quimsacocha, fueron convocados a las urnas el pasado 2 de octubre, con el objetivo de rechazar una supuesta explotación minera. Quienes ya cuentan con el servicio de Etapa no acudieron a la convocatoria, porque dijeron que ya no se sienten obligados a ellos, pues antes, si no acudían los multaban y si no pagaban las multas les quitaban el derecho de agua. “Por no perder el derecho, íbamos”, agregó Criollo.
Durante más de tres décadas, el Sistema de Agua Victoria del Portete-Tarqui, ha sido administrado por dirigentes de la Conaie, en la actualidad, lo preside Carlos Pérez Guartambel, quien además, dice representar a todos los sistemas de agua de Azuay y ser coordinador de la Federación de Organizaciones Indígenas de la provincia. Es militante activo de la Conaie y de la Ecuarunari.
Este Sistema fue creado en 1975 para dotar de agua potable a 300 familias de las dos parroquias cuencanas. Poco a poco, la comunidad fue creciendo y según sus dirigentes, en la actualidad 1500 familias forman parten del mismo. La descontrolada expansión, que no contó con el debido sustento técnico, lo hizo colapsar.