El presidente ecuatoriano Rafael Correa, dijo hoy que está dispuesto a aceptar que la Organización de Naciones Unidas (ONU) o cualquier organización internacional que investigue los hechos registrados el 30 de septiembre de 2010, pero no está de acuerdo en que intervenga nadie de la oposición.
“Homero (Arellano, ministro de Seguridad) veamos si una organización internacional como la ONU, investiga los hechos, siempre y cuando no haya pillos de la oposición porque ya sabemos cuál es su postura: tratar de oscurecer todo y luego rasgarse las vestiduras”, dijo Correa durante una entrevista con medios locales.
“No digo que toda la oposición son pillos”, precisó el mandatario, pero “sí hay algunos que no buscan la verdad sino culpar al Gobierno”.
“Que venga la comisión internacional que quieran siempre que esté conformada por gente honesta y no por ciertos malandrines de la oposición como uno que me acusó de genocida en la Fiscalía”, señaló.
Correa pidió que desclasifiquen todos los documentos relacionados a la operación militar que logró su rescate del hospital de la Policía, donde quedó retenido contra su voluntad, pero quiere que se excluya la lista de los militares que intervinieron para evitar la retaliación de algún policía resentido, recalcó.
Manifestó que tiene la esperanza que el nuevo fiscal general, Galo Chiriboga, las investigaciones avancen de forma expedita y se sancione a los responsables.
El miércoles, Chiriboga solicitó a Correa, quien preside el Consejo de Seguridad Pública y del Estado, desclasifique y remita a la Fiscalía General, varios documentos que permitirán obtener mayor información.
La Fiscalía General inició una indagación previa, sobre la denuncia presentada la semana pasada por la asambleísta Irina Cabezas, quien durante los hechos del 30 S estuvo a cargo de la presidencia de la Asamblea Nacional; a la denuncia adjuntó documentos y videos que aportarían al proceso de investigación.