Un informe de la Dirección de Operaciones de las Fuerzas Armadas (FFAA) afirma que el presidente ecuatoriano Rafael Correa sí estuvo secuestrado el 30 de septiembre de 2010, durante el intento de golpe de Estado e intento de magnicidio. Acceder a documento
Ello contradice las afirmaciones de la oposición política al régimen y de algunos medios de comunicación, en el sentido de que el mandatario no fue retenido a la fuerza durante esos acontecimientos.
Los sectores contrarios a Correa sostienen que el secuestro del mandatario y su posterior rescate se trató de “un show mediático” orquestado por el régimen para obtener réditos políticos. Uno de los políticos que ha sistenido esta afirmación en forma reiterada es el derrocado presidente Lucio Gutiérrez.
No obstante, el informe de 14 páginas elaborado el 18 de octubre de 2010, por el director de Operaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jorge Peña Cobeña, sí menciona la palabra secuestro.
En el informe se relatan detalles del operativo “Rescate” para evacuar al presidente Correa, que había quedado retenido contra su voluntad en el tercer piso del hospital de la Policía, donde se había refugiado en la mañana debido a las agresiones físicas que recibió por parte de policías insurrectos en el contiguo Regimiento Quito.
“El personal (militar) continuó su avance a través de los corredores empleando armamento no letal, instante en el cual los insurrectos lanzaron sus armas al piso y levantaron las manos en señal de rendición gritando ‘estamos con ustedes’, uno de estos elementos, que se identifica como capitán de Policía, fue obligado a conducir al equipo del GEO (Grupo Especial de Operaciones) donde se encontraba el Sr. Presidente (tercer piso), llegando al sitio donde lo mantenían secuestrado”, detalla el informe.
El documento de las FF.AA. añade que, al llegar al lugar, el presidente Correa preguntó si era el Ejército el que había llegado. Y luego de confirmarlo aceptó salir para empezar la evacuación.
En la página 4 el informe indica que la Dirección de Inteligencia del Comando Conjunto de las FFAA informó, en base a interceptación de comunicaciones, sobre la intención de miembros de la Policía insurrectos de atentar contra la integridad del presidente Correa.
Por ello, a las 19:30, en la planificación del operativo de rescate se estableció que éste debía realizarse de inmediato porque existía riesgo inminente para el mandatario.
En la página 11 señala que durante el inicio del rescate, elementos de la Policía dispararon indiscriminadamente contra los militares con armamento de guerra, lo que obligó al empleo de armas de fuego en defensa del personal militar.
Expone que el personal militar se parapetó en los pequeños muros de piedra de las instalaciones del edificio de Medicina Legal, y recibió fuego cruzado y por la espalda por parte de los policías.
MORAL DE LA TROPA
A las 19:30, el jefe del Comando Conjunto, Ernesto González, acompañado de los comandantes de la Fuerza Naval, Aland Molestina; Terrestre, Patricio Cárdenas; Aérea, Leonardo Barreiro; y del director de Operaciones de las FFAA, Jorge Peña, visitaron a las unidades asignadas para el rescate donde el comandante del Grupo de Tarea expuso la planificación del operativo
El informe dice que la visita del Comando Conjunto y la presencia del Alto Mando durante la operación, levantó la moral de las tropas por cuanto los informes de inteligencia indicaban la presencia de francotiradores en los edificios contiguos al Hospital de la Policía, así como el uso de armamento letal por parte de los policías sublevados.
La operación de rescate empezó a las 20:30 y concluyó a las 22:30 cuando se recibió la información que Correa estaba a salvo.
El informe señala que luego de la evacuación del presidente, los policías intensificaron el fuego y ubicaron tiradores en las intersecciones aledañas
La Policía, con la finalidad de interrumpir la retirada de las fuerzas leales a Correa, sacaron un vehículo antimotines que lanzó indiscriminadamente gran cantidad de gas lacrimógeno e irrumpió en varias direcciones con la clara intención de atropellar y embestir al personal militar, detalla.
Reporta que mientras se ejecutaba el rescate del presidente se suscitaron acciones paralelas en las cuales varios militares fueron agredidos por armas de fuego, vejados, maltratados, y les retiraron su armamento, munición y equipo.