El agente Jacinto Rolando Carrillo Franco, quien recibió un disparo en la cabeza mientras realizaba un operativo de rutina en el cantón Durán, provincia del Guayas, murió la mañana de este viernes.
El policía se encontraba asilado, bajo pronóstico reservado, en el Hospital de la Policía de Guayaquil, donde falleció debido a complicaciones por la gravedad de la herida de bala en su cabeza.
La tarde de ayer, el ministro del Interior, José Serrano, visitó al uniformado en dicha casa de salud.
El director del área Terapia Intensiva del hospital, Eduardo Troya, explicó que la bala se había alojado en la parte posterior del cráneo de Carrillo, lo cual lo mantenía en condición crítica.
Wilson Alulema, general de la Policía, indicó que “el hecho no desmoralizará a la institución, sino que por el contrario les da más firmeza en seguir adelante en la lucha contra la delincuencia». Carrillo Franco deja en la orfandad dos hijos: Kevin de 18 años y Abel de 11 años. En este caso fueron detenidos para las investigaciones: Carlos Eduardo Macías Romero, de 18 años, y Washington Joel Sáenz Poveda, de la misma edad.