El Secretario Nacional de Comunicación, Fernando Alvarado invitó a José Miguel Vivanco, director de la división de las Américas Human Rights Watch (HRW) para que evidencie el respeto a la libertad de expresión que promueve el Gobierno Nacional en el Ecuador.
En una misiva de cinco puntos, Alvarado recomienda a Vivanco visitar Ecuador para “tener una visión más amplia de la realidad que se vive en el país” y no solamente el panorama que presentan cuatro familias propietarias de medios. La carta del alto funcionario del Gobierno se envió en respuesta a las declaraciones públicas realizadas por Vivanco como representante de HRW ante la agencia de noticias AFP.
“Le exhorto para que visite nuestro país y conozca de primera mano la situación de la prensa en el Ecuador. Digo esto, pues sus impresiones dejan entrever que han sido alimentadas con la versión sesgada de ciertos actores vinculados a las industrias de opinión, acostumbradas a vivir bajo la sombra de la impunidad por sus abusos”, señala el Secretario Nacional de Comunicación en la misiva hecha pública en el blog personal www.fernandoalvaradoespinel.com.
Es por esta razón que Alvarado sugirió a Vivanco participar en un foro con una nutrida cantidad de periodistas, gremios de la comunicación, estudiantes de comunicación, colectivos ciudadanos, así como una extensa presencia de propietarios de medios de comunicación para que constate la realidad nacional respecto a este tema.
Aclaró además que Ecuador respeta la libertad de expresión y que todos los periodistas tienen la libertad para ejercer su profesión sin restricciones. “Este sector, acostumbrado a fabricar la opinión pública a su conveniencia, es el que mira inconforme la política del Gobierno Nacional que busca desprivatizar la palabra para que el ciudadano común sea respetado”, enfatizó en el texto de la misiva.
Explicó que la sentencia contra Diario El Universo se dio por injurias calumniosas y se respeto el debido proceso. Recordó además que el Gobierno Nacional ratifica su compromiso con el periodismo responsable, encausado en la ética y el decoro que merecen los ecuatorianos.