La Secretaría Nacional de Comunicación aclara versiones tergiversadas e infundadas del asambleísta, Galo Lara respecto a la indemnización que recibió Rafael Correa Delgado en el juicio entablado contra Banco Pichincha.
En el video difundido por los medios de comunicación del Ecuador se precisan las declaraciones del Presidente Correa.
El discurso del Presidente siempre ha guardado coherencia. El 19 de mayo del 2007, tres años antes de que se dictara sentencia ante la demanda planteada al Banco Pichincha, el Primer Mandatario fue enfático en aclarar públicamente a los periodistas: “…A mí no me interesa la plata, si quieren puedo donar esa plata, aunque mi principal deber es darle seguridad económica a mi familia…”.
El 28 de abril de 2010 la Sala de lo Civil, Mercantil y Familia de la Corte Nacional de Justicia dictó sentencia a favor de Rafael Correa Delgado en el juicio que siguió a la referida entidad bancaria y ordenó la indemnización por USD 600.000 como reparación al daño moral irrogado por el banco que lo colocó en la central de riesgo como deudor moroso. Esta acción bancaria bloqueó su derecho a ser calificado como sujeto de crédito en todo el sistema financiero nacional por cinco años. El perjuicio fue doble ya que la publicación de la lista, en donde se lo señala como un supuesto moroso, se la hizo cuando el Presidente Rafael Correa se desempeñaba como ministro de Economía, lo que también afectó a su imagen pública.
La indemnización recibida fue legal, pública y publicada. Esta fue consignada con los descuentos de ley tal como consta en el comprobante de retención del 2% por impuesto a la renta número N-001-001-0007852. La transacción fue notificada a la Contraloría General del Estado ecuatoriano, el 26 de junio del 2010, y su declaración patrimonial, expuesta públicamente. El depósito en el Berenberg Bank fue una trasferencia que cumplió irrestrictamente la ley. El dinero pagó el 2% de retención a la salida de capitales, según consta el comprobante N-001-002-0044039 del Servicio de Rentas Internas (SRI).
El monto depositado sirvió para la compra de un departamento de 62 metros cuadrados para su familia en Lovaina (Bélgica). El precio cancelado fue de 170 mil euros. El depósito no tenía fines especulativos para ganar intereses fuera del país. Tuvo un justificativo concreto como lo es, adquirir una vivienda en el lugar en donde nació su esposa.