El avance de los insurgentes hacia el centro de esta capital y combates con partidarios de Muamar El Gaddafi caracterizan la situación hoy en la capital libia.
Blindados y fuerzas de infantería del autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) ocupan posiciones mientras en las calles cientos de personas los vitorean en la Plaza Verde en el centro de esta capital.
Tanques y otros blindados resguardan en los alrededores de la residencia donde se supone que está Gaddafi, quien aseguró en varias ocasiones que permanecerá en su país “hasta el final”.
Medios de los insurgentes informaron de la captura de tres de los siete hijos de Gaddafi, uno de los cuales informó a través de una telemisora extranjera que su residencia estaba siendo tiroteada.
Una de las interrogantes del momento es el paradero del líder libio que la víspera en una alocución grabada, transmitida por la televisión, exhortó a los libios a seguir combatiendo a las fuerzas del CNT, apoyadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Pocas horas atrás, Musa Ibrahim, ministro de Información del gobierno, denunció que los más recientes bombardeos de la OTAN ocasionaron más de dos mil muertos entre la población civil.
En tanto, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, convocó para este miércoles una reunión con el primer ministro del CNT, Mahmud Jibril.
Francia, junto a Gran Bretaña y Estados Unidos, propulsaron la resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó hace seis meses la imposición de una zona de exclusión aérea sobre el país norafricano la cual dio paso a la agresión militar de la OTAN.
De su lado, el enviado especial ruso para Libia, Mijail Marguelov, advirtió sobre “un exceso de euforia” por los adelantos de los insurgentes.
“La experiencia demuestra que es difícil mantenerse en el poder una vez conquistado; un éxito militar no significa un éxito político”, sentenció el diplomático.