Una versión inerte del virus del sida fue usada con éxito por científicos estadounidenses para modificar genéticamente células de defensa del organismo y tratar pacientes con leucemia.
El procedimiento fue divulgado esta semana por las revistas médicas New England Journal of Medicine y Science Transnational Medicine.
El tratamiento inédito consiste en retirar los linfocitos T, importantes agentes de defensa del cuerpo, y transferir nuevos genes a ellos. El cambio los torna capaces de destruir células cancerígenas que causan la leucemia y así hacen que el tratamiento tenga éxito.
La transferencia de genes a la célula es hecha normalmente por un virus, y es en esa fase que el sida es usado. Así los investigadores de la Universidad de Pennsylvania lograron modificar genéticamente las células de defensa.
“Dentro de tres semanas, los tumores fueron destruidos de una forma mucho más violenta de lo que podíamos esperar”, dijo Carl June, investigador que lidera el estudio.
Además de tener una gran capacidad para reproducirse, las células T infundidas fueron denominadas como “asesinos en serie” por los investigadores.
En promedio, cada una mató a millones de células cancerígenas y en conjunto, destruyeron por lo menos cerca de un kilogramo en cada paciente, según June.
La nueva técnica fue aplicada en tres pacientes con leucemia linfoide crónica que ya no tenían muchas opciones de tratamiento. Sin ella, ellos serían sometidos a transplantes de médula ósea, con el cual el riesgo de muerte es de por lo menos 20 por ciento y las chances de cura no superan el 50 por ciento.
Ahora, el equipo planea usar el mismo procedimiento en tumores parecidos, como el linfoma No-Hodgkins y la leucemia lonfoide aguda. También quieren experimentar el tratamiento en niños que no reaccionan bien a tratamientos convencionales.
En el futuro, la idea es adaptar la técnica para combatir cánceres de ovario y de páncreas.