A diferencia de lo planificado por las autoridades nacionales, solo el 2,3% de la población tuvo un alza en sus tarifas eléctricas una vez que desde julio se empezó con la eliminación gradual del subsidio para los hogares que consumen más de 500 kW/hora.
El Ministerio de Electricidad pudo comprobar que la medida se aplicó a 78.444 clientes de un total de 3’350.000 en el país.
Uno de los puntos más rescatados por las autoridades eléctricas es la reducción de clientes que superan los 500 kW/h en las ciudades más importantes del país.
Es así como en Guayaquil en mayo había 43.000 clientes que consumían sobre los 500 kilovatios/hora al mes. En junio, tras anunciar la medida, se redujeron a 33.000 y en julio los primeros resultados arrojan una cifra aproximada de solamente 26.000 clientes con consumos por encima de los 500 kW/h.
El titular de la cartera de electricidad, Esteban Albornoz, manifestó que estas cifras indican que la ciudadanía comprendió el objetivo de la medida gubernamental que es la de ahorrar el recurso.
“Los ecuatorianos recibieron la señal de ahorro de energía sin disminuir el confort”, explicó el secretario de Estado.
Esta opinión se confirma en la tendencia de consumo en la capital de la República, donde en mayo eran 19 mil clientes los que consumían más de 500 kW/h, pero para julio la cantidad se redujo a 13.700.
Uno de los puntos que especificó Albornoz fue que en el caso de las clientes que superaron el techo de consumo y que, por ejemplo, llegaron a los 700 kW/h tuvieron un alza de seis dólares en sus planillas eléctricas, una cantidad razonable en concordancia con el consumo.
El presidente de la República, Rafael Correa, en su último enlace ciudadano, manifestó que el tiempo le dio la razón a su administración cuando en junio aseguraron que muy pocas familias serían las afectadas por la eliminación gradual del subsidio. Además, reprochó que miembros de la oposición y sectores de la prensa hayan desinformado a la ciudadanía en este tema.