Los incidentes, según fuentes policiales y estudiantiles, se concentraron en los alrededores de la céntrica Plaza Italia, punto inicial de una marcha convocada por los estudiantes secundarios y de otra, fijada para horas de la tarde, de universitarios y profesores.
Grupos de estudiantes, de entre 200 y 300 integrantes cada uno, trataron de acceder a la plaza desde calles, parques y avenidas adyacentes, pero el sector fue cercado con vallas por la policía, que además desplegó centenares de efectivos que abortaron cada intento de los jóvenes.
Algunos de los grupos también trataron de acceder a la Alameda Bernardo O’higgins, la principal avenida d Santiago, para desfilar en respaldo a sus demandas de una mejor educación pública, gratuita y de calidad.
El Gobierno anunció el miércoles la prohibición de manifestarse en el centro de la capital chilena y hoy cumplió su propósito con el uso de la fuerza.
“Así debe haber sido hace treinta años”, dijo a los periodistas Paloma Muñoz, portavoz de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, en alusión a la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Santiago está en estado de sitio”, comentó por su parte Camila Vallejo, presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, mientras Laura Ortiz, otra dirigente secundaria, dijo que el gobierno ha recurrido “a tácticas dictatoriales” para reprimir a los estudiantes y su derecho a expresarse.
“Incluso hemos escuchado disparos, esto es inaudito”, dijo Ortiz a radio Cooperativa, quiien añadió que los estudiantes persistirán en su derecho a expresarse en lugares públicos, a pesar de la represión.
También anunció el propósito del sector de concurrir a la convocatoria posterior de universitarios y profesores que, según Camila Vallejo, está en evaluación tras “la brutal represión” desatada contra los secundarios.
Los estudiantes, que llevan más de dos meses movilizados, desafiaron la prohibición de manifestarse y esperan responder este viernes a una propuesta gubernamental que busca terminar las protestas, aunque una docena de federaciones ya adelantaron su rechazo a la proposición, de 21 medidas, que consideran ambigua y alejada del fondo de los problemas de la educación chilena.