El Jefe de Estado, Rafael Correa, informó que la mala práctica de la justicia permitió que casi todas las cachinerías clausuradas en Cuenca, funcionen nuevamente.
“Todas las cachinerías clausuradas están abiertas”, anunció, durante la entrevista televisiva que sostuvo con Telerama, tras la reunión con el Consejo de Seguridad que mantuvo en esa ciudad.
Se trata de 1.700 puestos clausurados en enero de 2011, de los cuales el 90% fueron reabiertos, en base la incompetencia y “pereza” de fiscales y jueces corruptos que lo permitieron, anulando todo el esfuerzo realizado por la Policía y el Ministerio del Interior.
“¿Cómo vamos a poder evitar el robo a personas, si sigue el mercado para las cosas robadas?”, dijo, haciendo un llamado al nuevo fiscal, Galo Chiriboga, a que revise el comportamiento de los fiscales que no acusaron.
Pese a esta realidad, anunció que en Azuay, de los siete principales delitos, seis se han reducido. Por ejemplo, el homicidio se ha reducido aproximadamente en un 40%.