El presidente del Ecuador, Rafael Correa, no descartó la posibilidad de decretar la muerte cruzada, mecanismo mediante el cual puede disolver la Asamblea Legislativa, si persisten los boicots a los proyectos gubernamentales.
Correa, quien tiene que dar su informe a la nación el próximo 10 de agosto en el Parlamento, dijo hoy que “veremos cómo van las cosas. Yo no excluyo la posibilidad de muerte cruzada, yo no estoy aquí para calentar un puesto”.
“Si se pierde la mayoría y hay una mayoría que solo quiere boicotear al Gobierno Nacional mejor me voy a mi casa, compañeros. Mi renuncia siempre está en las manos del pueblo ecuatoriano, antes que perder el tiempo con tanto chantajista y extorsionador que existe en este país”, dijo en su enlace radiotelevisado.
Correa advirtió que “se están uniendo todas las fuerzas” para hacerse del control de los cargos de la Asamblea. “También hay mucho billete de la prensa corrupta porque quieren captar la Asamblea para desestabilizar el Gobierno, están desesperados, pero no se preocupen, volveremos a vencer”.
Este domingo, el pleno de la Asamblea Legislativa se reunirá para elegir a sus principales autoridades.
La oposición política cabildeó en los últimos días con César Rodríguez, asambleísta que renunció el jueves al movimiento oficialista PAIS, para postularlo a la presidencia de la Asamblea unicameral de 124 legisladores.
Según los cálculos de la oposición, el voto de Rodríguez inclinaría la balanza a su favor y les permitiría hacerse con los cargos directivos y las trece comisiones parlamentarias, con lo que habría una recomposición de fuerzas. Tras la salida de Rodríguez, el bloque de PAIS se quedó con 53 legisladores.
El presidente Correa comentó en su cuenta twitter que “todo el lío con Cesar Rodríguez es porque quiere ser presidente de la Asamblea. Esta maniobrando con Fabián Alarcón (expresidente de la República) y Gustavo Larrea (exministro del Interior del actual Gobierno). Les podía dar firmado quiénes nos iban a traicionar, pero de Cesar jamás lo imagine. La ambición, mi querido Sancho. Siempre se aprende”.