Con una sonrisa que lo llevó al recuerdo de sus primeros pasos por la Armada Nacional del Ecuador y con la misma seguridad de cuando juró proteger incluso a costa de su propia vida los límites marítimos de su Patria, el Comandante General de la Fuerza Naval, vicealmirante Jorge Gross, conserva intacto en su memoria una serie de números que para él parecen ser sagrados; 03º,23'33.96″. Son los paralelos del límite marítimo de Ecuador.
«Desde que nosotros pusimos nuestro límite marítimo 03º,23'33.96 no hemos perdido ni podemos perder ni un milímetro», manifestó el Comandante Gross a El Ciudadano, en el marco de la velada artística en conmemoración al septuagésimo aniversario del Combate Naval de Jambelí, que se llevó a cabo en el Teatro Nacional Sucre de la capital ecuatoriana.
«Es sin duda la gesta heroica más grande de la institución», agregó Gross, refiriéndose al combate del 25 de julio de 1941 en el cañón de Jambelí, cuando el cañonero Calderón, comandado por el Teniente de Fragata Rafael Morán Valverde, enfrentó al destructor peruano Almirante Villar.
El vicealmirante destacó que 70 años después, Ecuador tiene una marina de guerra poderosa, que controla su mar y se proyecta hacia el desarrollo de los intereses marítimos.
Recordó que aunque la misión constitucional de la Fuerza Naval es la defensa de la soberanía del mar territorial y la protección de los derechos, no tendría ningún sentido, si es que no hay una protección y control de las actividades que se desarrollan dentro de él, como la pesca, transporte, búsqueda y rescate, control de contaminación, ilícitos, contrabando, fuga de combustible, entre otros.
La Fuerza Naval Ecuatoriana controla un millón de kilómetros cuadrados de mar, además de las islas Galápagos; para lo cual, usa cuatro frentes, aire, mar, tierra y bajo la superficie marítima.
El control marino, implica empleo de alta y sofisticada tecnología. «Tenemos nuestros aviones no tripulados y equipos electro-ópticos que nos permiten grabar y utilizar esas imágenes para hacer análisis con el objetivo de ser más eficientes en cuanto al empleo de las unidades», explicó Gross.
Anunció además, que este miércoles la institución inauguró un buque de investigación científica llamado Sirius.
Los asistentes a la velada disfrutaron del acto, que dijeron, les ayuda a conocer más de esta gesta heroica de la que poco conoce el común de los quiteños. «Es una buena oportunidad para que los quiteños disfrutemos de una cosa así», expresó Elizabeth Arias.
«Estamos agradecidos porque si bien la marina se concentra en la costa, nosotros, la mayoría de serranos también tenemos familias o conocidos en la vida naval y es bueno saber la historia», agregó Janeth Villavicencio, hija de un marino.
La Compañía Nacional de Danza del Ecuador, interpretó la obra «El Otro Bolero de Ravel» y la soprano María Isabel Albuja, deleitó con un amplio repertorio a los asistentes. El acto culminó con la presentación de la banda Sinfónica de la Fuerza Naval.