La economía de América Latina y el Caribe crecerá este año un 4,7 por ciento, cinco décimas más de lo previsto en diciembre pasado, gracias al impulso de la demanda interna, según un estudio divulgado hoy por la Cepal.
Según el Estudio Económico de 2010-2011 divulgado hoy en Santiago de Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, este crecimiento implicará un incremento del 3,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) por habitante.
En tanto, para 2012, la Cepal espera que América Latina y el Caribe crezca un 4,1 por ciento, equivalente a un aumento de 3,0 por ciento en el producto por habitante, aunque persiste una elevada incertidumbre derivada de la coyuntura externa.
Al igual que en los últimos años, la Cepal aprecia en 2011 un crecimiento a tres velocidades en la región.
Por un lado, las mayores tasas de expansión se observan en América del Sur, que crecerá un 5,1 por ciento en 2011, favorecida por la mejora de sus términos de intercambio debido a los mayores precios de las exportaciones de productos básicos, en los que está especializada.
En tanto, la zona centroamericana en su conjunto anotará una expansión del 4,3 por ciento y las economías del Caribe de un 1,9 por ciento.
Por países, el crecimiento este año estará encabezado por Panamá (8,5 %), seguido por Argentina (8,3 %), Haití (8,0 %) y Perú (7,1 %).
Les siguen Uruguay, con 6,8 %, Ecuador (6,4 %), Chile (6,3 %) y Paraguay (5,7 %), mientras que Brasil y México crecerán un 4 %, Venezuela, un 4,5 %, y Colombia, un 5,3 %.
Según la Cepal, el crecimiento regional en 2011 se basa en gran medida en el impulso del consumo privado, explicado por la mejora de los indicadores laborales y el aumento del crédito.
Al mismo tiempo, el agotamiento de la capacidad productiva ociosa debido al sostenimiento de la demanda interna está dando lugar a un aumento de la inversión, que se beneficia de una mayor disponibilidad de crédito y que recupera los niveles alcanzados antes de la crisis.
Según el informe, la expansión repercutirá también de manera positiva en el mercado laboral de la región, lo que permite esperar una nueva reducción de la tasa de desempleo de un 7,3 % en 2010 a entre 6,7 % y 7 % en 2011.