La Ecoaldea que se construye en la isla Santay, a 800 metros de Guayaquil, ya tiene una fecha de entrega definitiva: el próximo 25 de julio.
El anuncio lo hizo el ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano, Walter Solís, durante un recorrido el sábado anterior junto a técnicos de esa cartera y dos expertos de la Universidad de Oxford.
Este plan del Gobierno tiene como objetivo entregar 56 casas elaboradas con madera de pino y recubiertas termorregulables de polietileno.
Al momento 28 viviendas se encuentran completamente armadas y montadas sobre pilotes de concreto de 1,5 metros del nivel del suelo, lo que evitará que se inunden cuando suba la marea. Cada una cuenta con dos dormitorios, sala, cocina y un baño cuyas aguas servidas serán enviadas a una planta de tratamiento.
Para la entrega se prevé que el conjunto habitacional ya tenga instalados los paneles solares con el fin de que los moradores accedan a energía eléctrica no contaminante.
Según el urbanista peruano Carlos Alberto Fernández-Dávila este proyecto es muy singular, ya que está organizando a una comuna aislada durante muchos años y que paradójicamente se encuentra frente a una ciudad que tiene un cambio urbanístico extraordinario.
El experto explicó que una vez entregadas las viviendas, las autoridades deben enfocarse en capacitar a los habitantes de la isla en temas como el turismo.
“Esta actividad puede convertirse en la principal fuente de ingresos de estas personas. Ellos conocen este sitio y serían los guías de los visitantes”, afirmó. Del mismo modo cree que es necesario enseñarles a los comuneros sobre educación ambiental, a fin de evitar posibles daños al delicado ecosistema que podría darse con la presencia de extraños.
A Fernández Dávila le preocupa que una vez entregada la Ecoaldea, la isla pueda ser invadida por personas que buscan un sitio fácil donde vivir. “Hay que tener mucho cuidado con la llegada de más gente. Eso afectaría a este maravilloso lugar”, sostuvo.