Un hombre, que se declaró culpable el pasado marzo por la agresión a un ecuatoriano en la localidad de Peekskill, al norte de Nueva York en 2010, fue sentenciado el jueves a cumplir ocho años de prisión y cinco en libertad condicional.
La Secretaría Nacional del Migrante (SENAMI) informó en un comunicado de prensa que el juez Richard Molea condenó a Keith Walker, uno de los cuatro acusados por la paliza a Julio Serrano, por el cargo de asalto en pandilla, tras un acuerdo con la Fiscalía.
Keith manifestó su arrepentimiento durante la audiencia en la Corte Suprema del condado de White Plains a la que asistieron Narcisa Serrano, hermana de la víctima, así como Pablo Calle, director de SENAMI en EE.UU. y el arzobispo de Peekskill, Michael Champion.
Cuatro hombres agredieron a Serrano, un obrero de construcción, en la madrugada del 15 de marzo de 2010, dejándolo en estado de coma durante tres semanas y causándole la pérdida de un riñón.
La paliza fue captada por una cámara de seguridad.
Narcisa y Julio, de 41 años, son oriundos de Gualaceo, provincia del Azuay (Ecuador) y según ésta, su hermano sufre de mareos como resultado de los golpes, pero ya volvió a trabajar y aseguró que busca sobreponerse de lo sucedido.
SENAMI informó además que el juez Molea no dictó sentencia hoy contra otro de los acusados, Jarron Slight, que también se había declarado culpable en el acuerdo con la fiscalía, porque éste agredió a un agente de la cárcel en la que está detenido en espera de su condena.
La conducta de Slight rompe el acuerdo con la fiscalía, según el comunicado de SENAMI, que indica además que éste tendrá una audiencia el próximo 30 de octubre por la agresión al guardia y que según ha dicho la fiscal del caso, Heidi Mason, «eso podría agravar su situación y en lugar de ser condenado a ocho años de cárcel podría ser sentenciado a entre 12 y 15 años».
Ronnie Juett y Jamar Walker, los otros dos implicados en el caso, comenzaron a cumplir su condena de ocho años de prisión el pasado diciembre.