La ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, aclaró que el impuesto a las botellas retornables y fundas plásticas no tiene el afán de recaudación sino cambiar hábitos de consumo de los ecuatorianos.
En entrevista en Ecuavisa, la ministra dijo que el plástico que se usa para fabricar las botellas es de material importado y que el 80% de botellas llega al botadero de basura.
“Queremos hacer que el consumidor tenga la opción de saber que consume y que producto compra y si no quiere pagar el impuesto puede decidir usar una botella retornable u otro producto que tenga envase de vidrio”, sentenció Aguiñaga.
Manifestó que la medida no afectará a los recicladores, porque los 2 centavos que tendrá de impuesto las botellas no retornables se tomaron en consideración a lo que cobran los recicladores.