La Fiscalía Distrital del Guayas ofició un comunicado al director del diario El Universo, Carlos Pérez Barriga, para que, en 72 horas, remita a esa dependencia los nombres de los autores y responsables del editorial “No callaremos señor Presidente”, que fue publicado en la portada del rotativo el pasado 2 de junio, a pesar de que el texto estaba firmado por los tres hermanos Pérez.
La providencia se enmarca dentro del requerimiento que presentó el ex diputado Rafael Cuesta, quien en entrevista con TC Televisión, sostuvo que aunque no lo nombran en el texto, sí lo aluden.
“No me nombran, me aluden e inequívocamente se refieren a mí y el hecho de que no me nombren, no quiere decir que no se refieren a mí y que no han causado un daño”, manifestó el también comunicador.
En el mencionado editorial se señala que “el enorme pulpo de medios de comunicación del Gobierno, diarios, canales de televisión y radios, se ha empeñado en estos días en difundir un pasquín que se publicó hace veinte años, sin firma de responsabilidad, y que luego sirvió para apoyar las falsedades de un diputado socialcristiano que también buscaba difamar. Nuestro padre contestó en aquella ocasión todas las mentiras”.
Los directivos del rotativo se refieren a la investigación emprendida por diario El Telégrafo sobre los vínculos que existieron entre varios accionistas de El Universo y el caso de la construcción del antiguo Terminal Terrestre de Guayaquil, en donde el Estado ecuatoriano fue perjudicado con cerca de 100 millones de dólares.
Cuesta aclaró que no fue legislador socialcristiano y que el caso se remonta a 1995 cuando dio a conocer una sociedad entre el ex director de El Universo, Carlos Pérez Perasso, y el ex vicepresidente de la República, Alberto Dahik.
“En el Congreso yo no denuncié, dije que esa defensa que ejercía diario El Universo sobre el vicepresidente (Dahik) se debía a que eran socios en una compañía la cual había fabricado las losetas con las cuales se había construido, por parte de Fujita, la Terminal Terrestre de Guayaquil y por tanto tenía que ser investigado”, explicó Cuesta.
Con ello, sostuvo el demandante, no ha difamado al ex director por lo que presentó ante la Fiscalía un pedido para iniciar acciones legales en contra del matutino por “presunción de injurias calumniosas”.
Cuesta, quien es comentarista político de Radio Atalaya de Guayaquil, responsabilizó al editorialista Emilio Palacio -director de opinión de El Universo- de la destrucción del mencionado periódico.