La proyección estratégica del país está enfocada en tres sectores: hidroeléctrico, hidrocarburífero e hídrico, en donde el Gobierno invertirá $19 740 millones. En el primer caso, ya están en marcha tres de los ocho proyectos previstos para este año: Coca-Codo-Sinclair, que generará 1 500 megavatios (MW); Sopladora, con 487 MW, y Toachi Pilatón, con 253 MW.
Otros proyectos que están en carpeta y que arrancarán en los próximos meses son Minas-San Francisco (276 MW), Delsitanisagua (115 MW) y Quijos (50 MW).
En la Pro Forma Presupuestaria constan $1 219 millones para la ejecución estas obras. Para Coca-Codo-Sinclair, se destinarán $370 millones; Toachi-Pilatón, $144 millones; Sopladora, $88 millones, y para el Multipropósito Baba, $51 millones.
Asimismo, está previsto el inicio de la construcción del proyecto eólico de Loja con una generación de 15 MW.
En total, todo el plan de generación hidroeléctrica asciende a $4 983 millones (entre 2011-2016) y el objetivo es elevar la generación de 4000 MW a 7000 MW. Así, el país dejará de importar energía de países vecinos e incluso podrá exportarla.
«Vamos a romper un récord este año, vamos e empezar ocho hidroeléctricas y un proyecto eólico», expresó el Presidente de la República, Rafael Correa, quien detalló que esta inversión permitirá, además, ahorrar miles de millones de dólares «que el país ha estado desperdiciando por la indolencia, incapacidad y corrupción de los responsables».
En el área hidrocarburífera, en cambio, se contempla la construcción de la Refinería del Pacífico, cuyo costo asciende a $12 000 millones y la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas que demandará unos $855 millones.
También está considerada la sustitución de diésel por gas en las generadoras ($275 millones). El objetivo es aumentar la extracción de gas para evitar la importación de diésel, lo que dejará un ahorro de $300 millones al año.
En este mismo sector está previsto un proyecto de almacenamiento de gas en tierra con un poliducto y la construcción del sistema de transporte y distribución, con una inversión de $400 millones. La construcción de centrales hidroeléctricas ahorrará ingentes recursos que ahora se destinan al uso de combustible para las termoelétricas.