Los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobaron hoy impulsar a nivel global la atención neonatal para reducir la mortalidad de los recién nacidos, de los que cuatro millones mueren cada año en el primer mes de vida.
«El objetivo es que a nivel mundial se promueva la atención neonatal como una prioridad y se aumente la concienciación de la comunidad internacional sobre la carga de la mortalidad neonatal, para reducirla mediante prácticas óptimas» de prevención y tratamiento de enfermedades, dijo a Efe la vicesecretaria de Salud de la región Costa e Insular de Ecuador, Fátima Franco.
La viceministra encabeza la delegación de su país en la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra en Ginebra, donde hoy se aprobó esta resolución sobre mortalidad neonatal presentada por Ecuador que a su vez fue adoptada el pasado abril por el Consejo de Salud Suramericano (UNASUR).
«Estamos muy satisfechos por la aprobación de esta resolución, porque con ello los estados miembros vamos a tener el apoyo técnico indispensable de la OMS», señaló la vicesecretaria.
Franco recordó que uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio busca una reducción de dos tercios en la mortalidad de los menores de cinco años entre 1990 y 2015.
«Pero si bien la mortalidad infantil ha tenido un descenso significativo en los últimos años, el descenso de las muertes neonatales, es decir, en el primer mes de vida, no ha tenido la misma velocidad y se quedó estancada», dijo.
La mayor parte de los fallecimientos neonatales se registran en los países de ingresos bajos y medios, y de ellos tres cuartas partes tienen lugar durante los primeros siete días de vida del neonato.
«En Ecuador hemos hecho un análisis por grupos de edad entre los niños menores de cinco años y hemos visto que es necesario hacer un enfoque concreto en ese pequeño grupo que son los neonatos de hasta un mes de vida, porque reducir su mortalidad puede definir el futuro de un país». señaló Franco.
La vicesecretaria destacó la importancia de hacer hincapié en los primeros siete días de vida de los bebés, que «son fundamentales para la supervivencia».
Por todo ello, la resolución insta a los estados miembros a acelerar los planes de acceso a intervenciones básicas de alto impacto y bajo coste para mejorar la salud materna y neonatal.
Igualmente, que se promueva el fortalecimiento de las capacidades institucionales y de los recursos humanos, por ejemplo en relación con la prestación de atención especializada en el parto y al recién nacido.
Las principales causas de la defunción neonatal son la prematuridad, la septicemia, las patologías respiratorias y las infecciones, en particular las de origen hospitalario, «que en los últimos tiempos han adquirido mucha importancia», subrayó Fátima Franco.
La viceministra recordó que entre 1995 y 2007 la tasa de mortalidad infantil en UNASUR se redujo de 35,1 a 23,7 por cada 1.000 nacidos vivos, con amplias diferencias entre los países miembros.