Miles de personas «indignadas» siguen hoy concentradas en Madrid y otras ciudades de España, pese a haber sido declaradas ilegales esas manifestaciones, en la jornada la jornada de reflexión previa a las elecciones municipales y autonómicas.
Las protestas a favor de un cambio político y social continúan en todo el país, después de que el Gobierno decidiera no desalojar a los manifestantes en las plazas, tras la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de prohibir las concentraciones durante el fin de semana.
Fuentes del Ministerio del Interior informaron de que la Policía se ha limitado a comunicar a las organizaciones convocantes que las manifestaciones no tienen autorización oficial, pero no las disolverá porque la falta de permiso no es motivo suficiente para ello en virtud de las legislaciones española y europea.
Así, los concentrados y las personas que pretendan sumarse a las protestas son informados de las sanciones a las que se exponen, previstas en la Ley Electoral y en la Ley de Seguridad Ciudadana.
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió hoy con la cúpula de las Fuerzas de Seguridad y constató el desarrollo pacífico de las concentraciones, informaron fuentes del Ministerio de Interior.
En ese contexto, los «indignados», cada vez más organizados, continuaron hoy sus protestas sin incidentes en las principales capitales, especialmente en Madrid.
Los miles de jóvenes y simpatizantes del llamado «Movimiento 15-M» demandan, entre otras cosas, una regeneración democrática y un cambio del sistema económico que ha conducido a la grave crisis económica que vive España.