Unas 30.000 personas se volvieron a manifestar hoy por el centro de Santiago contra el proyecto de HidroAysén, que prevé la construcción de cinco represas en la Patagonia chilena, en una marcha que finalizó con disturbios protagonizados por un grupo minoritario.
Los manifestantes se congregaron este viernes en la Plaza Italia, epicentro de la capital, y transitaron después por la Alameda, la principal arteria de la ciudad, hasta llegar al palacio presidencial de La Moneda.
Los últimos asistentes salieron de la Plaza Italia veinticinco minutos después de que lo hiciera la cabecera de la manifestación, a la que asistieron unas 30.000 personas, de acuerdo con fuentes policiales consultadas por esta agencia.
En cambio, varios medios de comunicación coinciden en cifrar en 40.000 el número de asistentes a la protesta, que se convertiría así en la más masiva contra HidroAysén y superaría las 30.000 personas que se reunieron el pasado viernes también en Santiago.
«Estamos en esta marcha multitudinaria que se está efectuando en muchas ciudades del país y del mundo también, entre hoy y mañana, para que el Gobierno recapacite, que esto no es lo que quiere el pueblo de Chile», dijo Alejandro Sanmartín, presidente del Partido Ecologista Verde.
La marcha transcurrió al inicio en un ambiente festivo, con consignas contrarias al Gobierno del presidente, Sebastián Piñera, y del proyecto HidroAysén, que impulsan Endesa Chile, filial de Endesa España y la chilena Colbún.
Estas protestas se han sucedido casi a diario en todo el país desde que el 9 de mayo una comisión de funcionarios gubernamentales aprobó el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, al que, según una encuesta del diario La Tercera, se oponen el 74 % de los chilenos.
El megaproyecto HidroAysén, ideado en 2006, supondrá una inversión de 3.200 millones de dólares, la inundación de 4.010 hectáreas en la Patagonia chilena, en un área de gran valor ecológico, y la generación de una media anual de 18.430 gigavatios por hora.