El 70,5% de los palestinos cree que habrá una tercera Intifada si las negociaciones de paz entre Israel y Palestina fracasan, según una encuesta difundida recientemente.
Pese a que la mayoría de los residentes en Gaza y Cisjordania ve inevitable un nuevo levantamiento de no avanzar el proceso de paz impulsado por EE.UU. y paralizado desde septiembre, un 25% es contrario a un nuevo periodo de violencia como los que se vivieron entre 1987 y 1993 y de 2000 a 2004, según una encuesta del Centro Palestino de Opinión Pública.
Los palestinos no tienen mucha fe en la senda de la paz -cerca de la mitad de encuestados se declara «pesimista»- pero tampoco pierden por completo las esperanzas: una cuarta parte cree que no habrá acuerdo de paz en el próximo año, frente a un 14% que cree que si lo habrá y un 60% que piensa que lo habrá «pero solo hasta cierto grado».
Dos décadas de negociaciones frustrantes e infructuosas explican ese pesimismo, como también lo hace el hecho de que solo un 8% de los encuestados crea que los israelíes están interesados en construir la paz.
Del resto, la mitad piensa que los israelíes no están interesados y la otra mitad considera que lo están solo «hasta cierto grado».
Ante el hipotético fracaso de una solución negociada, un 37% cree que se debe desmantelar la Autoridad Nacional Palestina y dejar que la comunidad internacional se responsabilice de los territorios ocupados, un 25% considera que habría que declarar el estado de Palestina y aumentar la resistencia y otro 35% apuesta por dejar las cosas como están.
En cuanto a las posibilidades de que se vuelva a vivir un conflicto armado con Israel, el 74% de los palestinos cree que una escalada militar en Gaza sería beneficiosa para el Estado judío, frente al 19% que piensa que un futuro enfrentamiento bélico beneficiaría al movimiento islamista Hamás, que gobierna la franja.
Por este motivo, el 70% de los entrevistados se opone al lanzamiento de cohetes desde Gaza a territorio israelí, mientras que tan sólo un 30% apoya esa estrategia, que estuvo en el origen de la operación militar israelí «Plomo Fundido», que se saldó en enero de 2009 con la muerte de más de 1.400 palestinos, en su mayoría civiles.
Una aplastante mayoría de palestinos (79%) apoya el acuerdo de reconciliación entre las principales facciones (Fatah y Hamás) firmado a principios de mes en El Cairo, pese a la actitud hacia el mismo de Israel, que asegura que el acuerdo pone fin a todas las posibilidades de paz.