El movimiento de ciudadanos «indignados» que reclama en las plazas de España una regeneración democrática mantiene hoy el pulso ante las autoridades, con concentraciones en más de sesenta ciudades a sólo dos días de las elecciones.
Miles de personas del llamado «Movimiento 15-M» -muchos de ellos jóvenes, aunque se dejan ver manifestantes de todas las edades y condiciones- siguieron hoy acampados y movilizados en todo el país al grito de «¡Democracia real ya, sin estafas!».
De esa manera, los «indignados» desafiaron a las autoridades después de que la Junta Electoral Central (JEC) declarara ilegales las protestas que pueda convocar el «Movimiento 15-M» tanto en la jornada de reflexión electoral de este sábado, como el propio domingo, cuando se celebrarán comicios municipales y autonómicos.
Las movilizaciones, que empezaron el pasado 15 de mayo, volvieron hoy a tener su centro neurálgico en la Puerta del Sol de Madrid, donde numerosos simpatizantes de todas las edades plasmaron su firma en un texto a favor de «una sociedad nueva que dé prioridad a las personas por encima de los intereses económicos y políticos».
«La consigna es continuar en el campamento. No tenemos miedo. Tampoco sabemos qué pretende la Policía o el Gobierno», declaró a Efe Adrián, un portavoz de la «Acampada en Sol».
La emblemática plaza madrileña, conocida como el «kilómetro cero» de todo el país, se ha convertido en un hervidero de gente enzarzada en debates reivindicativos que se resumen en el clamor «¡Indígnate!», reproducido abundantemente en carteles y pegatinas.
El afán por mantener las manifestaciones durante el fin de semana, pese a la prohibición decretada por la JEC, fue también la nota predominante en Barcelona (noreste), segunda ciudad de España.
«¡Hemos perdido el miedo! Todos a la Plaza Cataluña desde las 12 de la noche del viernes hasta el domingo», rezaba el eslogan del cartel que distribuyeron los acampados en esa plaza barcelonesa.
«La acampada no es un acto electoral y no nos vamos a ir», subrayó a Efe Lucía Basurto, de la comisión de prensa de la acampada de la Plaza de Cataluña.
Desde el Gobierno, el vicepresidente primero y también ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó que «no hay democracia sin el cumplimiento de la ley».
Rubalcaba insistió en que las Fuerzas de Seguridad del Estado saben «lo que tienen que hacer» para hacer cumplir las leyes en relación con el «Movimiento 15-M», y añadió que «lo sensato» es esperar «acontecimientos».
Por su parte, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió hoy a los «indignados» respetar la jornada de reflexión del sábado, pues «las cosas cambian con el voto», y dijo comprender los motivos «de fondo» de las protestas: el «impacto duro de la crisis» económica y las bajas expectativas de empleo.
Los jóvenes movilizados reclaman una reforma de la Ley Electoral que garantice un sistema «auténticamente proporcional» en el que también cuenten los votos blancos y nulos.