El Banco del Sur, una iniciativa de los países de la América del Sur, empezará a operar en este año, incluso antes de su constitución, informó hoy Pedro Páez, presidente de la Comisión Técnica Presidencia para el diseño de la nueva arquitectura financiera.
La propuesta, presentada por el Ecuador, contempla la ejecución de proyectos a través de un fideicomiso. “Sería un fideicomiso para cada proyecto”, señaló.
En carpeta existen proyectos como la construcción de silos microregionales controlados por los productores y gobiernos seccionales que estarán conectados en red. El objetivo es establecer una reserva estratégica de los alimentos fundamentales para atender a la población durante contingencias naturales como sequías, terremotos o inundaciones.
Otro proyecto en marcha apunta a la producción de medicamentos genéricos con la posibilidad de financiar investigaciones sobre remedios para enfermedades como lepra de monte, tuberculosis y malaria que no han sido tratadas por las transnacionales porque “no son negocio”.
“Estamos hablando de tener un sistema de laboratorios latinoamericanos que permita garantizar la salud de los pueblos”, sostuvo.
Con este proyecto también se pretende defender los precios tanto a nivel interno como en todo el continente.
Actualmente, la constitución del Banco del Sur ha sido ratificada por los parlamentos de Ecuador y Venezuela y restan por aprobarla los legislativos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay.
El presidente del directorio del Banco Central del Ecuador, Diego Borja, consideró que la entidad regional se constituya formalmente antes de fin de año, ya que requiere que se adhieran, al menos una nación grande y una pequeña más.
“Estamos muy esperanzados en que en plazos relativamente cortos Uruguay, Bolivia y Argentina, resuelvan este situación”, dijo Páez.
El Banco del Sur tiene un capital suscrito de 10 mil millones financiados por los países miembros. Con base en cinco categorías, según el tamaño de sus economías, las aportaciones van desde los 45 millones a los 2 000 millones cada uno en el lapso de diez años. Este fondo sirve como apalancamiento ya que la entidad regional pretende integrar recursos provenientes de cofinanciamiento con otros organismos de desarrollo, y de donantes.