Unos 2.000 ecuatorianos están en la calle y no pueden volver a sus casas por el daño causado por el terremoto que sacudió el miércoles la ciudad de Lorca (sudeste de España), mientras algunos de ellos piden la repatriación, informó hoy la cónsul de Ecuador en la región de Murcia, Cecilia Erique.
Con motivo del sismo, que dejó nueve muertos y más de 300 heridos, el Consulado de Ecuador ha habilitado un «consulado móvil» en Lorca para recabar «la información de los ecuatorianos que se han quedado sin sus viviendas», dijo Erique a Efe en declaraciones por teléfono desde esa ciudad.
En ese «consulado móvil», en el que trabajan «cinco personas», «actualmente ya rondaremos las 2.000 personas» que no pueden regresar a su viviendas, precisó la cónsul.
Esos ecuatorianos sin hogar -explicó- se están alojando en «unas tiendas de campaña con camas» que han instalado la Cruz Roja y el Ejército en Lorca, que tiene una población de 92.000 habitantes y donde están empadronados 6.000 ciudadanos del país sudamericano.
Según la cónsul, el terremoto ha supuesto un duro golpe para la comunidad ecuatoriana, que ya sufre la «tremenda crisis económica» de España.
«Los ecuatorianos -insistió- han devuelto sus viviendas, han devuelto sus coches, se han quedado sin trabajo. Ahora el embate de la naturaleza se ensaña con ellos. Y ya prácticamente no les queda absolutamente nada».
Por eso, subrayó, la «demanda principal» de algunos damnificados por el terremoto ante el «consulado móvil» es que «el Gobierno ecuatoriano los repatríe».
«Algunas familias -señaló- piden que el Gobierno ecuatoriano les dé esa posibilidad (…), ya que aquí es un poco lamentable la situación de la misma catástrofe, de poder vivir esta angustia con el miedo en el cuerpo y sin poder estar a las casas».
Preguntada por la cantidad de personas que han solicitado el retorno, la cónsul respondió que «todavía sería pronto decir un número», pues ahora se está haciendo «una recolección de datos general».
Los ecuatorianos afectados por el sismo también exigen que la Policía española «sea un poco flexible, que no se los trate con prepotencia, con presión, dado que los ecuatorianos que están accediendo a las ayudas están sensibles por el suceso».
De acuerdo con Erique, algunos compatriotas se han quejado de «casos muy puntuales» en los que la Policía les ha tratado «despóticamente por el mero hecho de ser inmigrantes».
Muchos ecuatorianos remarcan la «necesidad de flexibilizar también a las personas responsables de las empresas, los llamados encargados, que están exigiendo a los hombres, a las mujeres ecuatorianas que vayan a trabajar, que tienen que presentarse en su lugar de trabajo. Y si no, que los van a despedir».
«Otro de los requerimientos -agregó- es que piden a las autoridades que de, alguna manera, se les atienda con una comida de olla. Están preocupados porque ya van dos días comiendo bollería, yogur y agua. Y eso no es suficiente para su alimentación».
La población ecuatoriana empadronada en Lorca (región de Murcia) asciende a unas 6.000 personas y es una de las mayores comunidades extranjeras en la ciudad, según la Embajada del país sudamericano.
Murcia, con 43.000 ecuatorianos es, a su vez, la segunda región española con más ecuatorianos, después de Madrid (112.000), entre los 360.000 ciudadanos del país latinoamericano que residen en España.
El sismo, que tuvo una magnitud de 5,1 en la escala abierta de Richter y se desencadenó tras otro temblor menos intenso, causó el pánico en la población, que se echó a las calles ante el temor a que se produjeran réplicas, y ocasionó cuantiosos daños materiales.