Grace Quelal, Erika Pasquel y Javier Barrezueta son tres ciudadanos ecuatorianos que luchan constantemente en contra de las corridas de toros. En la actual campaña de la Consulta Popular presentan abiertamente sus puntos de vista y son censuradores radicales de las corridas de toros. La pregunta 8 dice: ¿Está usted de acuerdo que en el cantón de su domicilio se prohíban los espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal? Los tres, en conversación con ANDES, coinciden en que la pregunta pudo ser mejor planteada, es decir, más directa, pero asimismo están de acuerdo en que es un primer paso hacia un fortalecimiento en la protección de animales en el Ecuador. “Si bien es cierto esta pregunta no nos satisface del todo como está planteada, es una excelente oportunidad para que sobre la base de esta pregunta y un sí rotundo construir una ley de protección animal”, señaló Quelal, para quien la pregunta debió contemplar también las peleas de gallos. “De hecho la cara visible de esta pregunta son las corridas de toros”, dijo. De su lado, Pasquel señala que hubiese “preferido que se tome en cuenta otros espectáculos, donde no necesariamente se mata al animal, pero sí se tortura” y también menciona a las galleras.
Barrezueta concordó que lo ideal eran las aboliciones de todos los eventos que maltraten a animales, como en los circos. “Sin embargo, es un gran paso, imagínese que ya estemos hablando a nivel de Gobierno, a nivel de sociedad (…) nos está viendo el mundo entero, es un gran paso”.
Sobre la libertad de elegir y la extinción del toro de lidia, que son dos puntos a los que apelan los detractores de la pregunta 8 y de la potencial desaparición de las ferias taurinas, los activistas conceptualizan que “la libertad llega hasta donde uno se cruza con la libertad del otro”. “En este caso (de las corridas de toros) parece que hubiese una cosificación del animal, como que fuese una casa o un carro… tengo derecho de hacer lo que quiera con él”, agregó Pasquel, quiteña de 22 años y estudiante de Sicología Clínica. Al igual que Erika Pasquel, Javier Barrezueta (30) también es voluntario de la organización Antitaurinos Unidos, que es parte de Ecuador por la Vida, que es la conformación de diversos grupos que luchan por la defensa de los derechos de los animales. De su lado, Barrezueta expuso sobre la libertad de elegir, que generalmente los taurinos son personas que heredan la costumbre de acudir a la plaza de toros, pues desde a infancia les inculcan ese gusto. “Si me lleva mi padre a las corridas, yo no tengo la libertad de elegir, de decir sí o no, porque yo veo las acciones de mi padre como un ejemplo”. “Esto no es un asunto de una libertad individual, porque muchos dicen si no les gusta no vayan, pero que pasa si yo no voy, eso sigue sucediendo, esto es una cuestión con proyección social…”, refirió Quelal, quien es administradora educativa de profesión y quien opina que se puede salvar al toro bravo con espacios para admirar la “majestuosidad” de este animal.
Pasquel es concluyente al mencionar que la globalización por los derechos de los animales es una forma de evolución de los países, ante lo que Ecuador no debe quedarse atrás. “Es el cambio de algunos paradigmas, a partir de la juventud, que ha logrado cambiar muchas mentalidades (…) queremos ese apoyo de las personas y a partir de eso crear nuevos ideales”.