El Gobierno aceptó la designación del obispo de Guaranda, Angel Sánchez, como delegado pontificio de la Santa Sede en el Vicariato Apostólico de Sucumbíos.
Inicialmente, monseñor Rafael Ibarguren, miembro de los Heraldos del Evangelio, fue elegido por el Vaticano para ese cargo, en octubre pasado.
Sin embargo, esto generó malestar en las comunidades eclesiales de base que, durante 40 años, estuvieron a cargo de monseñor Gonzalo López, de la congregación Carmelitas Descalzos.
Incluso, el propio presidente de la República, Rafael Correa, amenazó con vetar el nombramiento, que finalmente dio marcha atrás El Vaticano.
El Ministro de Justicia confirmó el pasado 12 de abril que Sánchez, también secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), fue aceptado por el Gobierno.
Con ello, quedó habilitado como representante legal de la diócesis, mientras que Ibarguren continúa a cargo de las misiones pastorales, explicó Diego Falconí, de la Dirección de Cultos del Ministerio, detalla Diario El Universo.