El arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, reiteró hoy su rechazo a los casos de abusos sexuales en la Iglesia Católica y pidió perdón a las víctimas por la «basura» presente en el sacerdocio. «Cuanta pequeñez y cuanta resistencia, cuantas incongruencias y pecados están presentes en la vida sacerdotal», sentenció Ezzati tras conocerse esta semana un nuevo caso de pederastia en el que está vinculado un exclérigo. Este miércoles el Ministerio Público solicitó penas de prisión efectiva para el exsacerdote Ricardo Alberto Muñoz Quintero, acusado de nueve delitos de abuso sexual contra menores de edad ocurridos en Curacaví, localidad vecina a Santiago, en conjunto con su pareja Pamela Ampuero. El imputado, para quién la Justicia chilena pide 15 años de cárcel, fue descubierto por una investigación televisiva que mostró cómo pasaba a buscar niñas en la calle y las llevaba a moteles de la zona sur de la capital. En declaraciones que difunde Radio Cooperativa, monseñor Ezzati afirmó este jueves que «no se trata solamente de la basura ajena o del vecino. ¿Quién de nosotros no ha contribuido a manchar la investidura de Cristo con las propias inconsecuencias y pecados?», apostilló. «Frente al Señor y de cara a los hermanos queremos asumir lo que nos confunde y avergüenza, lo que nos hace pedir perdón es nuestro propio pecado, nuestra propia inconsistencia, nuestra propia basura», agregó. El pasado domingo, el arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, también pidió perdón por primera vez a las víctimas de abuso sexual del sacerdote Fernando Karadima, otro caso que ha estremecido la Iglesia chilena. A mediados de febrero, el Vaticano declaró culpable de abusos sexuales al sacerdote chileno Fernando Karadima, de 81 años, y formador de cinco obispos.