En uno de los cables filtrados por Wikileaks, la Embajada de Ecuador en Quito analiza la manifestación organizada por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, en febrero de 2010.
En el documento, la diplomacia estadounidense señala que “aún cuando la marcha fue inicialmente llamada para expresar el descontento con el presupuesto, el mensaje es que la marcha es un rechazo a todo el gobierno de (Rafael) Correa y su concepto del Socialismo del Siglo XXI”. Según reseña el cable 248733 del 12 de febrero de 2010, en la marcha habría intentado sumarse el ex presentador de televisión, Carlos Vera, quien tiempo después impulsó una campaña de recolección de firmas para revocar el mandato del Presidente Correa. Vera, según señala el cable, le había comentado al Cónsul General de EEUU que “él había instado al alcalde para dirigir su discurso a una audiencia nacional y no sólo a Guayaquil y que aparecieran en escena figuras de oposición de todo el país”.
Sin embargo, Nebot se habría negado a hacerlo diciendo que “él sólo pelea por Guayaquil y que no tiene más interés en la política nacional”. Aún así “llegaron a un acuerdo donde Vera lideraría las protestas de oposición en otras ciudades, empezando con una ya agendada en Quito para el 18 de Febrero”, agrega el cable.
La Embajada advirtió “poco probable que las marchas en las otras ciudades generarán un 10 o 15% de la población en las calles”. En su opinión, esto se debe a que la oposición “no tienen una visión unificada y un líder capaz de unificar los elementos dispares”.
Nebot convocó a la marcha con el argumento de que se estaba perjudicando a la ciudad en 17 millones de dólares correspondientes a las asignaciones para los Gobiernos seccionales. Sin embargo, según el análisis de la embajada, “rápidamente” se sumaron otros aspectos sobre supuestas “acciones del Gobierno contra Guayaquil”.
De hecho, en esa época, la entonces ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, señaló que la marcha convocada por el alcalde Nebot tenía “un trasfondo netamente político”.
Al principio, dice el cable, “en conversaciones informales, miembros del consulado no notaron mucho interés sobre las protestas que se avecinan. Sin embargo, conforme el tema se expandió para incluir lo que Nebot enmarcó como ataques en contra de Guayaquil, el interés sobre la marcha creció”.
La Embajada afirmó en su informe que para la marcha “se proveyó buses gratis desde toda la ciudad y el sistema de transporte masivo de la ciudad, la Metrovía fue gratis para todos los marchantes que iban y venían. La policía estuvo estacionada a lo largo de la ciudad para dirigir a los buses hacia el centro…”
Incluso, señala que muchos empleadores dieron a sus empleados la tarde libre para que pudieran ir al centro también. “Por último, la ciudad bombardeó medios de comunicación con publicidad sobre vallas, periódicos, televisión y radio para incrementar el apoyo a la marcha”.
En cuanto a la actuación del Gobierno dice que “a diferencia de protestas anteriores el régimen de Correa no montó una contra protesta. Trataron de enmarcar a la marcha como una maniobra política de parte de Nebot más que una queja genuina de parte de la población”.
El cable recordó que durante la marcha, “como es su costumbre, (Nebot) dio un discurso estimulante, lleno de malas palabras y aparentemente sin guión. Logró mantener un cuidadoso balance entre llamar a los ciudadanos a luchar y explicando que él no es un golpista”.