La embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Heather Hodges, abandonará mañana Ecuador tras el impasse diplomático por una filtración de WikiLeaks que provocó la retirada la semana pasada de los embajadores de ambos países.
«Se va mañana», se limitó a decir Marta Youth, portavoz de prensa de la Embajada en Quito y apuntó que es «demasiado pronto» para hablar sobre la designación de un nuevo embajador.
El viaje ocurrirá justo una semana después de que el Gobierno de Quito declarara persona «non grata» a Hodges y le pidiera que saliera del país, una acción que Washington replicó el jueves con respecto al embajador ecuatoriano allí, Luis Gallegos.
Ecuador adoptó la decisión después de que el lunes pasado se hiciera público un supuesto cable filtrado por WikiLeaks y atribuido a Hodges que aseguraba que en Ecuador hay corrupción generalizada en la Policía y que algunos funcionarios de la Embajada creían que el presidente, Rafael Correa, había puesto como jefe de este órgano a un agente corrupto para manipularlo.
El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, llamó a Hodges para que explicara el contenido del cable, pero ésta señaló que eran documentos robados y que no haría comentarios al respecto, una respuesta que Quito consideró inaceptable.