Ecuador buscará la solidaridad regional en caso de que el gobierno estadounidense tome represalias por la salida de la embajadora Heather Hodges, anunció hoy el presidente de la República, Rafael Correa.
El gobierno ecuatoriano declaró a Hodges como persona no grata y pidió su salida del país “en el menor tiempo posible”, por no dar explicaciones sobre unos cables diplomáticos –filtrados por Wikileaks- en los que acusaba a Correa de haber designado como comandante de la Policía al general Jaime Hurtado Vaca, pese a conocer que era corrupto.
Durante una entrevista radial, Correa confirmó que ha advertido a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) por las posibles reacciones de Washington por la decisión de Ecuador.
“Sí, sabemos que podría reaccionar Estados Unidos. Hemos tratado de limitar el problema diplomático que no lo hemos creado nosotros”, señaló.
El mandatario acusó a Hodges de haber actuado con deslealtad ya que, según revelan los cables de Wikileaks, tenía infiltrados en la Policía y las Fuerzas Armadas y al detectar supuestos casos de corrupción ni informó al Gobierno Nacional sino a Washington, involucrando al presidente ecuatoriano.
“Quién va a tolerar algo así. No sabemos la reacción de EEUU, pero aquí en caso de ser necesario buscaremos la solidaridad regional porque ya América Latina, pese al intento de algunos exportadores por vender un poquito más, dejó de ser patio trasero y no es colonia de nadie”, señaló. El Jefe de Estado criticó la posición de empresarios, analistas y opositores que han advertido el peligro de que no se renueven las Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea).
“Ahora dicen que para que no se pierdan las exportaciones no teníamos que hacer nada, entonces volvámonos colonia para tener más exportaciones (…) hay algunos que creen que por el Atpdea y por vender a Estados Unidos si nos volvemos colonia mejor. No es el honor de Rafael Correa, no es el honor del presidente de la República, es el honor del Ecuador, del país”, recalcó.
Reiteró que no se puede permitir que una funcionaria “con animosidad contra el Gobierno” tratara de desprestigiar al Gobierno “por simple política internacional”.
Correa señaló que en 2010, una vez conocida la filtración de los cables diplomáticos estadounidenses y para evitar que se puedan afectar las relaciones bilaterales, la Cancillería ecuatoriana pidió al Departamento de Estado que se entreguen los documentos relacionados al país, pero no aceptaron.
Una manera de solucionar el problema, dijo, sería que EEUU envíe la información de Wikileaks relacionada con Ecuador.